A pesar de ser una enfermedad de cuidados, el asma durante el embarazo no necesariamente debe ser una razón para angustiarnos. Algunas mujeres asmáticas logran recorrer esta etapa de sus vidas sin mayores problemas y otras con la ayuda médica oportuna logran controlarla de inmediato.
El asma bronquial en el embarazo es una enfermedad crónica respiratoria que puede alterar el desarrollo del embarazo, pero se puede tratar sin problemas en esta etapa de la vida de la mujer para cuidar de su bebé y de su salud. Esta puede desencadenar en algunas complicaciones del embarazo si no se controla.
Los síntomas de asma empeoran o se desarrollan con más fuerza durante la semana 26 del embarazo, aunque al aproximarte a las últimas semanas de esta etapa muestra una mejora que se extiende hasta el trabajo de parto.
La influencia que la enfermedad recibe de periodo de gestación no es poca cosa. Según estudios, un 28% de mujeres embarazadas desarrollaron molestias mínimas debido a elevados niveles de cortisona en sus cuerpos, pero mientras ese resultado les es favorable a un grupo, un 35% de gestantes sufren los efectos del asma con mayor regularidad.
En realidad aún no se conoce con certeza la razón específica de ambas situaciones, sin embargo se cree que los síntomas se acrecientan como resultado “un reflujo gastro-esofágico” que produce acidez estomacal o eructos. Experimentarlo implica el progreso de los síntomas del asma.
Una gran porcentaje de mujeres logran controlar la enfermedad durante la gestación, sin embargo otras debe seguir con su medicación debido a que suspender el tratamiento de manera repentina puede provocar una serie de crisis asmáticas y un mayor riesgo para ella y el bebé. La medicación de un tratamiento de asma en estos casos consiste en una medicación inhalatoria que es menos nociva para el feto.
Los riesgos de un asma mal controlado durante el embarazo son: el parto prematuro, bajo peso, mayor número de cesáreas o hipertensión. Por ello, es importante prevenir los ataques de asma durante el embarazo evitando los factores desencadenantes como el polvo, el frío, las mascotas... Practica deportes que te ayuden a regular tu respiración y consulta con tu especialista cuáles son los hábitos que debes de seguir ahora que estás esperando a un bebé.
Destacamos algunos de los inconvenientes del asma materno durante la gestación a continuación:
Llegado el momento del parto, la paciente debe seguir recibiendo su tratamiento, así como en la cuarentena y llevar un seguimiento médico exhaustivo por si empeora.
A pesar de ser una enfermedad de cuidados, el asma durante el embarazo no necesariamente debe ser una razón para angustiarnos. Algunas mujeres asmáticas logran recorrer esta etapa de sus vidas sin mayores problemas y otras con la ayuda médica oportuna logran controlarla de inmediato.
El asma bronquial en el embarazo es una enfermedad crónica respiratoria que puede alterar el desarrollo del embarazo, pero se puede tratar sin problemas en esta etapa de la vida de la mujer para cuidar de su bebé y de su salud. Esta puede desencadenar en algunas complicaciones del embarazo si no se controla.
Los síntomas de asma empeoran o se desarrollan con más fuerza durante la semana 26 del embarazo, aunque al aproximarte a las últimas semanas de esta etapa muestra una mejora que se extiende hasta el trabajo de parto.
La influencia que la enfermedad recibe de periodo de gestación no es poca cosa. Según estudios, un 28% de mujeres embarazadas desarrollaron molestias mínimas debido a elevados niveles de cortisona en sus cuerpos, pero mientras ese resultado les es favorable a un grupo, un 35% de gestantes sufren los efectos del asma con mayor regularidad.
En realidad aún no se conoce con certeza la razón específica de ambas situaciones, sin embargo se cree que los síntomas se acrecientan como resultado “un reflujo gastro-esofágico” que produce acidez estomacal o eructos. Experimentarlo implica el progreso de los síntomas del asma.
Una gran porcentaje de mujeres logran controlar la enfermedad durante la gestación, sin embargo otras debe seguir con su medicación debido a que suspender el tratamiento de manera repentina puede provocar una serie de crisis asmáticas y un mayor riesgo para ella y el bebé. La medicación de un tratamiento de asma en estos casos consiste en una medicación inhalatoria que es menos nociva para el feto.
Los riesgos de un asma mal controlado durante el embarazo son: el parto prematuro, bajo peso, mayor número de cesáreas o hipertensión. Por ello, es importante prevenir los ataques de asma durante el embarazo evitando los factores desencadenantes como el polvo, el frío, las mascotas... Practica deportes que te ayuden a regular tu respiración y consulta con tu especialista cuáles son los hábitos que debes de seguir ahora que estás esperando a un bebé.
Destacamos algunos de los inconvenientes del asma materno durante la gestación a continuación:
Llegado el momento del parto, la paciente debe seguir recibiendo su tratamiento, así como en la cuarentena y llevar un seguimiento médico exhaustivo por si empeora.
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