No hay nada mejor para alimentar a un neonato que la leche materna. Comenzamos sus primeras tomas a través del pecho de la madre, para combinarlas al poco tiempo con la ingesta a través del biberón. A veces, la lactancia materna, se produce de manera fácil y muy natural, pero hay otras ocasiones en las que no se consigue con comodidad y surgen problemas, sobre todo al dar el biberón al bebé, en este artículo repasamos las complicaciones más comunes a la hora de dar el bibe al bebé.
¡No te desanimes! después de la aventura del embarazo, surgen otros problemas relacionadas con la alimentación y el cuidado del bebé, pero la clave está en buscar solución a estos problemas y el primer paso es conocer toda la información necesaria de por qué nuestro hijo no quiere el biberón y cómo actuar para cambiarlo.
A continuación, te contamos cuáles son los problemas más usuales al dar el biberón al bebé, sobre todo en madres primerizas, y cómo solucionarlos.
Antes de explicar el caso que ocupa este artículo vamos a entrar de lleno en la pregunta tan frecuente a la que nos podremos enfrentar siendo madres, ¿pecho o biberón? La Academia Americana de Pediatría (AAP) hace hincapié en que los bebés que se alimentan exclusivamente de leche materna durante el primer medio año de vida tienen una mejor salud a largo plazo.
Después de ese periodo, se deben ir introduciendo alimentos sólidos en la dieta, además de combinar la ingesta del pecho materno con la del biberón, al menos durante el primer año de vida o un poco más adelante si así lo desea la madre e hijo.
La decisión de optar por la lactancia materna o de alimentarlo con el biberón debe ser única y exclusivamente realizada por la madre hacia su bebé. Esto se suele basar en la comodidad que tenga la mujer al dar el pecho, así como el tipo de alimentación del bebé según su estilo de vida. Sí aun así seguimos en duda, lo mejor es hablar con el pediatra para que nos ayude a elegir la mejor opción para ambos.
Si hemos decidido pasar a la alimentación a través del biberón, debemos conocer los problemas que nos pueden surgir en este proceso, así como las vías más fáciles para sobrellevarlo y que no nos sintamos abrumadas.
La alimentación con biberón, a priori es más flexible para la madre, así como más libre, también nos asegura que vamos a dar al bebé la cantidad de leche necesaria para su perfecto desarrollo en ese momento de su vida.
Éstos bebés, además, suelen hacer menos tomas que los que son amamantados porque digieren la leche de biberón más despacio, facilita la alimentación en público y permite a otros miembros de la familia poder alimentarlo en vez de la madre, reforzando así los vínculos familiares.
No hay nada mejor para alimentar a un neonato que la leche materna. Comenzamos sus primeras tomas a través del pecho de la madre, para combinarlas al poco tiempo con la ingesta a través del biberón. A veces, la lactancia materna, se produce de manera fácil y muy natural, pero hay otras ocasiones en las que no se consigue con comodidad y surgen problemas, sobre todo al dar el biberón al bebé, en este artículo repasamos las complicaciones más comunes a la hora de dar el bibe al bebé.
¡No te desanimes! después de la aventura del embarazo, surgen otros problemas relacionadas con la alimentación y el cuidado del bebé, pero la clave está en buscar solución a estos problemas y el primer paso es conocer toda la información necesaria de por qué nuestro hijo no quiere el biberón y cómo actuar para cambiarlo.
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Antes de explicar el caso que ocupa este artículo vamos a entrar de lleno en la pregunta tan frecuente a la que nos podremos enfrentar siendo madres, ¿pecho o biberón? La Academia Americana de Pediatría (AAP) hace hincapié en que los bebés que se alimentan exclusivamente de leche materna durante el primer medio año de vida tienen una mejor salud a largo plazo.
Después de ese periodo, se deben ir introduciendo alimentos sólidos en la dieta, además de combinar la ingesta del pecho materno con la del biberón, al menos durante el primer año de vida o un poco más adelante si así lo desea la madre e hijo.
La decisión de optar por la lactancia materna o de alimentarlo con el biberón debe ser única y exclusivamente realizada por la madre hacia su bebé. Esto se suele basar en la comodidad que tenga la mujer al dar el pecho, así como el tipo de alimentación del bebé según su estilo de vida. Sí aun así seguimos en duda, lo mejor es hablar con el pediatra para que nos ayude a elegir la mejor opción para ambos.
Si hemos decidido pasar a la alimentación a través del biberón, debemos conocer los problemas que nos pueden surgir en este proceso, así como las vías más fáciles para sobrellevarlo y que no nos sintamos abrumadas.
La alimentación con biberón, a priori es más flexible para la madre, así como más libre, también nos asegura que vamos a dar al bebé la cantidad de leche necesaria para su perfecto desarrollo en ese momento de su vida.
Éstos bebés, además, suelen hacer menos tomas que los que son amamantados porque digieren la leche de biberón más despacio, facilita la alimentación en público y permite a otros miembros de la familia poder alimentarlo en vez de la madre, reforzando así los vínculos familiares.
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