A veces, la suplementación de la lactancia materna con el uso de biberones (con leche extraída o con leche de fórmula) puede causar en el bebé lo que se conoce como síndrome de confusión de pezón. ¿Has oído hablar alguna vez de este síndrome? Y es que la succión de una tetina de biberón es diferente a la succión que se necesita para mamar de un pecho. Si el recién nacido se confunde esto puede provocar daños en el pezón y tomas ineficaces por rechazo del pecho.

Cómo se produce el síndrome de confusión de pezón

Por lo general, la confusión tetina-pezón se produce en bebés prematuros. Sin embargo, con una serie de pautas, la confusión del recién nacido con el pezón puede corregirse. Este hecho se produce cuando el bebé rechaza el pecho de la madre, prefiriendo la succión a través de la tetina del biberón. ¿Cómo? Los niños suelen mostrarse inquietos a la hora de mamar, lloran e incluso pueden llegar a colocar sus manos delante del pecho. Otra manera de mostrar rechazo es la de mostrar frustración a la hora de acercarles el pecho. Los bebés se mueven de un lado a otro sobre el pezón, haciendo ruidos y sin llegar a agarrarse a él. Esta es una situación muy estresante tanto para el recién nacido como para los padres. ¿Por qué se produce este síndrome?

La succión mediante el biberón requiere de menos esfuerzo por parte del recién nacido. Al completar la lactancia materna de un bebé con el uso del biberón, suele producirse esta confusión. El niño recibe un mensaje confuso a la hora de mamar, llegando a rechazar el pezón de su madre. Esta opción es una alternativa que muchas madres utilizan por necesidad imperiosa de vuelta a su vida laboral. En el peor de los casos, el síndrome de confusión del pezón puede llegar a producir lo que se conoce como huelga de lactancia. El bebé deja de mamar del pecho llegando a afectar directamente a la producción de leche materna y causando mastitis.

Cómo corregir el síndrome de confusión del pezón

¿Cómo puedes solucionar este problema de síndrome de confusión de pezón? Toma nota. La mejor manera de prevenir este problema es evitando dar al bebé biberones y chupetes. Por lo menos, inténtalo al menos durante las sus primeras 6 semanas de vida. Si por causa mayor tienes que practicar la lactancia mixta a través del biberón, te aconsejamos que tu hijo sea alimentado con una tetina de flujo lento. Por otro lado, si lo prefieres también puedes optar por la alimentación con jeringuilla.

En el primer caso, la tetina ha de ser alargada y blanda. Lo más parecida al pezón. Evita el uso de tetinas anatómicas, ya que requieren de una succión mucho más fisiológica. Cuando des el biberón al bebé procura que su postura sea en un ángulo de 90º. En esta posición se crea un flujo más lento de leche. De esta manera, es el niño el que controla la velocidad, así como la cantidad de leche que desea tomar.

Si optas por la alimentación con jeringuilla has de saber que tiene que ser una de 60 cm cúbicos. Es decir, de las más pequeñas. Cuando vayas a dar de comer a tu hijo has de hacerlo colocando tu dedo corazón sobre su paladar. Cuando el bebé comience a succionar, tendrás que dejar deslizar la leche de la jeringuilla por tu dedo. La mejor postura para este método es sentada y lo más cómoda posible. Recuerda que necesitas usar tus dos manos. De igual modo, el pequeño ha de estar lo más relajado posible. Con paciencia y dedicación conseguirás evitar o corregir el síndrome de confusión de pezón.

Ante cualquier duda sobre lactancia materna, consulta con tu especialista y sigue todas las indicaciones que te dé en base a las necesidades de tu hijo.