La deshidratación en el embarazo, es un asunto del cual debe tenerse sumo cuidado. La madre es vulnerable debido a los síntomas propios del embarazo, tales como las náuseas o vómitos, esto la lleva a perder cantidades considerables de agua corporal. La deshidratación, ocurre cuando el agua corporal se pierde, independientemente de la causa se debe tratar a tiempo, ya que tiende a traer consecuencias tanto para la madre como al bebé. La somnolencia, la sed o el dolor de cabeza son algunas de las señales a las que tienes que prestar especial atención.
Durante el embarazo, es común experimentar náuseas y vómitos, debido al incremento en los niveles de la hormona GCH durante el primer trimestre. En casos extremos puede presentarse la hiperémesis gravídica, la cual podría llevar a la deshidratación en el embarazo rápidamente.
Los síntomas de la hiperémesis gravídica entre otros son: náuseas constantes, vómitos y rechazo a los alimentos, lo que terminaría descompensando a la embarazada rápidamente.
Otras causas de deshidratación durante el embrazo, destaca el ejercicio enérgico, cuando las madres no se hidratan bien y no descansan durante su jornada y rutina de ejercicios. La temperatura ambientar juega un papel importante, cuando los días son calurosos, aumenta la sudoración profusamente, si no se compensa las perdidas puede haber deshidratación.
Los cuadros de diarrea, también representan una causa, incrementan las pérdidas de agua corporal. La fiebre también puedes producir deshidratación en el embarazo, debido a que aumentan el metabolismo y con ello la sudoración. Es importante beber agua en el embarazo y hacerlo de la mano de bebidas saludables como los zumos de frutas.
Los síntomas de deshidratación en el embarazo, nos indicaran que existe algún problema, en casos extremos se ha hablado de partos prematuro debido a la deshidratación. Los primeros síntomas de una deshidratación leve durante el embarazo, nos alertaran prematuramente, indicando que se debe tomar agua lo más pronto posible.
Los síntomas de deshidratación grave durante el embarazo, nos indican que se debe acudir a un centro de atención para rehidratar la mujer embarazada, ya que estos síntomas nos hablan sobre un déficit de agua corporal. Por ello, si estás esperando un bebé debes estar atenta a las siguientes señales y más en las épocas más calurosas del año.
Una vez que los efectos de la deshidratación en el embarazo se acentúan, pueden llegar a presentarse contracciones de Braxton Hicks, presentes durante el tercer trimestre de embarazo, pero que en casos de deshidratación pueden aparecer hasta en el segundo trimestre y durar entre 1 y 2 minutos.
La deshidratación durante el embarazo, debe valorarse, el médico especialista debe escoger cual es el tratamiento más seguro. En caso de ser un caso leve con hidratación en casa va muy bien, se recomienda incrementar las ingestas de líquido. Debe evitar realizar actividad física.
Hay casos en los que se requerirá de hidratación parenteral, por medio de una vía intravenosa. En caso de hiperémesis gravídica, se puede recetar algunos medicamentos para las náuseas, estos deben ser prescrito por el médico tratante jamás se debe auto medicar.
La deshidratación en el embarazo, es un asunto del cual debe tenerse sumo cuidado. La madre es vulnerable debido a los síntomas propios del embarazo, tales como las náuseas o vómitos, esto la lleva a perder cantidades considerables de agua corporal. La deshidratación, ocurre cuando el agua corporal se pierde, independientemente de la causa se debe tratar a tiempo, ya que tiende a traer consecuencias tanto para la madre como al bebé. La somnolencia, la sed o el dolor de cabeza son algunas de las señales a las que tienes que prestar especial atención.
Durante el embarazo, es común experimentar náuseas y vómitos, debido al incremento en los niveles de la hormona GCH durante el primer trimestre. En casos extremos puede presentarse la hiperémesis gravídica, la cual podría llevar a la deshidratación en el embarazo rápidamente.
Los síntomas de la hiperémesis gravídica entre otros son: náuseas constantes, vómitos y rechazo a los alimentos, lo que terminaría descompensando a la embarazada rápidamente.
Otras causas de deshidratación durante el embrazo, destaca el ejercicio enérgico, cuando las madres no se hidratan bien y no descansan durante su jornada y rutina de ejercicios. La temperatura ambientar juega un papel importante, cuando los días son calurosos, aumenta la sudoración profusamente, si no se compensa las perdidas puede haber deshidratación.
Los cuadros de diarrea, también representan una causa, incrementan las pérdidas de agua corporal. La fiebre también puedes producir deshidratación en el embarazo, debido a que aumentan el metabolismo y con ello la sudoración. Es importante beber agua en el embarazo y hacerlo de la mano de bebidas saludables como los zumos de frutas.
Los síntomas de deshidratación en el embarazo, nos indicaran que existe algún problema, en casos extremos se ha hablado de partos prematuro debido a la deshidratación. Los primeros síntomas de una deshidratación leve durante el embarazo, nos alertaran prematuramente, indicando que se debe tomar agua lo más pronto posible.
Los síntomas de deshidratación grave durante el embarazo, nos indican que se debe acudir a un centro de atención para rehidratar la mujer embarazada, ya que estos síntomas nos hablan sobre un déficit de agua corporal. Por ello, si estás esperando un bebé debes estar atenta a las siguientes señales y más en las épocas más calurosas del año.
Una vez que los efectos de la deshidratación en el embarazo se acentúan, pueden llegar a presentarse contracciones de Braxton Hicks, presentes durante el tercer trimestre de embarazo, pero que en casos de deshidratación pueden aparecer hasta en el segundo trimestre y durar entre 1 y 2 minutos.
La deshidratación durante el embarazo, debe valorarse, el médico especialista debe escoger cual es el tratamiento más seguro. En caso de ser un caso leve con hidratación en casa va muy bien, se recomienda incrementar las ingestas de líquido. Debe evitar realizar actividad física.
Hay casos en los que se requerirá de hidratación parenteral, por medio de una vía intravenosa. En caso de hiperémesis gravídica, se puede recetar algunos medicamentos para las náuseas, estos deben ser prescrito por el médico tratante jamás se debe auto medicar.
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