El temor de que nuestro bebé nazca con alguna anomalía aparece en la mente de todas las mujeres embarazadas, y es hasta cierto punto natural sentirse angustiada ante la sola idea.

Si eres una madre primeriza trata de estar tranquila. No te agobies con pensamientos negativos sobre el futuro de tu bebé. Disfruta cada semana sientiéndolo en tu vientre. Las ganas de llorar o la melancolía podrán aparecer en algún momento, y cuando eso suceda te aconsejamos no reprimir tus sentimientos. Desahógate por algunos minutos,  sin culpabilidad.

Acude a tus citas médicas de rutina y consulta con tu ginecólogo en caso tengas molestias recurrentes. En nuestros días los avances médicos nos permiten detectar cualquier alteración genética sobre el bebé, por ello es mejor confiar en el buen desarrollo de tu embarazo hasta tener a tu bebé contigo.