Las mujeres infectadas con el VIH/SIDA durante el embarazo reciben un tratamiento basado en fármacos que retardan la propagación del VIH por el organismo, además mantienen baja la concentración de virus en la sangre (o incluso indetectable) y ayudan a prevenir las infecciones relacionadas con el SIDA.

Si una mujer se entera que tiene el virus del VIH durante el primer trimestre del embarazo, es necesario examinarla y luego tratarla. En algunos casos, el tratamiento se puede posponer hasta el segundo trimestre, ya que en esta etapa los riesgos de los fármacos para el feto son menores.

 En el caso que la mujer haya  estado llevando un tratamiento para el VIH antes de salir embarazada, se recomienda que continúe tomando los fármacos ya que hacer una interrupción en el tratamiento pueda hacer que el virus se vuelva más resistente.

 Un tratamiento recomendable para el VIH durante el embarazo es el ZDV (también conocido como zidovudine o AZT). Este fármaco ha demostrado tener una efectividad del 70% en eliminar los riesgos de transmisión del VIH de la mamá al bebe. Este tratamiento se recomienda iniciarlo entre la semana 14 y la 34 del embarazo.

 Luego del parto también se debe consumir dosis liquidas de ZDV de manera regular, cada seis horas durante las primeras seis semanas. No olvides que toda duda igual debe ser consultada con tu médico, el siempre tendrá la última palabra.