Hasta los seis meses de vida, la lactancia materna es el alimento recomendado de forma exclusiva para todos los niños por todos los pediatras. Si a pesar de las múltiples ventajas de ofrecer el pecho a nuestro hijo, nos decidimos por la lactancia artificial, es importante el saber que disponemos de múltiples sucedáneos de leche materna, vuestro pediatra os dirá la más recomendable para vuestro bebé.

A los cuatro meses de vida, si el niño toma lactancia artificial, podemos iniciar los cereales sin gluten, en pequeñas cantidades disueltos con la leche en el biberón, normalmente los daremos en tomas alternas pero si el bebé toma mejor los biberones con cereales sin gluten, no hay problema en añadir un cacito a cada toma de biberón. A la vez podemos iniciar pequeñas cantidades de zumo de frutas, administradas con una cucharita después de la toma o entre tomas, es indiferente. Utilizaremos el zumo de naranja, uva, zanahoria y manzana fundamentalmente, sin añadir azúcar y no emplearlo para mojar el chupete pues muchas caries tienen su origen en dicha práctica.

A los seis meses, independientemente de que tome pecho o biberón, es importante el iniciar una serie de alimentos ya que tanto su aparato digestivo como renal están ya preparados para manejar otros nutrientes. Así iniciamos al medio día un puré a base de patata, zanahoria y tomate con carne de pollo y alguna cucharadita de aceite de maíz o de oliva y de merienda sustituimos la toma de leche por una papilla de frutas utilizando fundamentalmente plátano, manzana, naranja y pera. Para no disminuir el consumo de leche al introducir papillas, recomendamos el añadir a los purés una pequeña cantidad de leche o bien ofrecerle un poco de biberón o pecho tras la toma a modo de postre. Olvidaros y desechar el agua de cocción de las verduras por la existencia de nitritos y no es aconsejable que los tome el bebé.

Sobre los ocho meses ya iniciamos nuevas verduras e incluimos una vez por semana un puñadito de lentejas sin piel que coceremos y trituraremos junto al resto de alimentos. También iniciaremos el consumo de carne de ternera y por la noche, junto a las verduras iniciaremos pequeñas porciones de pescado blanco hervido tipo merluza, vigilando que no tenga ninguna espina. A esta edad ya podemos iniciar algún tipo de yogur, especial para bebés, ofreciéndolo como postre y el gluten ya puede ser introducido en la dieta.

A los 10 meses, el niño ya está casi preparado para comer de todo, es el momento de introducir el huevo, iniciando de forma separada la yema y la clara ya que es un alimento que muchos niños tienen alergia y de esta forma podemos saber que componente no tolera. A esta edad ya puede empezar a tomar otros tipos de carnes como el cordero y aumentaremos la variedad de pescados pudiendo cocinarlos a la plancha con un poco de aceite de oliva. Se sigue recomendando el triturar todos los alimentos que ofrezcamos al niño.

En general cada pediatra tiene su esquema de alimentación y en general todos son buenos, solo existen pequeños matices que no tienen importancia, aquí os he expuesto una forma de introducir los alimentos pero si vuestro pediatra utiliza otra fórmula, debéis de seguir sus instrucciones ya que es él la persona responsable de la salud de vuestro hijo. Una buena y adecuada alimentación durante el primer año de vida es la base de un buen desarrollo físico y psíquico del niño. No la descuidéis.