Cuando nos quedamos embarazadas, tenemos una fecha en la que salimos de cuentas, una fecha que indica cuándo deberíamos estar preparadas para dar a luz. Lo cierto es que los bebés no nacen siempre con puntualidad. En estos casos se habla de parto postérmino, es decir, cuando pasan la fecha probable del parto o de la fecha límite. En este periodo, la futura mami puede desesperarse, pues ya hay ha cogido mucho peso, el final del embarazo es cansado y, en definitiva, hay ganas de tener al bebé en brazos. No obstante, es importante mantener la calma.

¿Cuándo podemos hablar de parto postérmino?

Por norma general, un embarazo durará de 38 a 42 semanas. Cuando pasa de estas semanas, estaríamos hablando de un embarazo postérmino o embarazo prolongado.

¿Qué pasa si mi embarazo es postérmino?

Lo normal es que el médico empiece a revisar al bebé con más asiduidad. Usará un monitor fetal electrónico para ver que los movimientos no afectan su ritmo cardíaco ni al de la madre. Esto es la conocida como prueba sin estrés. Además, también realizarán otras pruebas, como los ultrasonidos para poder ver cuánto líquido amniótico hay.

En resumen, después de estas semanas se irá controlando al bebé y el estado de la madre. De esta forma, el médico podrá decidir si esperar o bien inducir el parto.

Cómo afrontar el parto postérmino

Lo primero que tienes que recordar, es que la fecha de un parto no es 100% segura. Es más, si hablamos de porcentajes, tan sólo el 6% de las mujeres tienen un parto espontáneo justo el día calculado. En la mayoría de los casos, el parto tiene lugar las dos semanas anteriores o las dos posteriores a la fecha esperada. No obstante, aunque se pasara de esas dos semanas, es importante mantener la calma y hacer una vida normal. Toma nota de estos consejos:

1. Sigue con tu día a día

Debes hacer tu vida normal como en las últimas semanas. No te quedes en casa por miedo a que el parto llegue en cualquier momento. En un parto postérmino es posible ir a comprar, quedar con amigos, ir a cenar e ir a dar un paseo.

2. Relájate y disfruta

Programa actividades que te den paz mental y corporal. Puedes tomar un baño de agua caliente, darte un chapuzón en la piscina o pasear. También es bueno escuchar música o incluso cocinar. Todo lo que te relaje estará bien.

3. Descansa y sigue tu ritmo

Intenta hacerlo todo de forma pausada, a tu ritmo. Descansa todo el tiempo que sea necesario para tener fuerzas en el momento del parto.

4. Habla con tu bebé

Durante todo el embarazo es importante tener un contacto con el bebé, también en estos momentos. Disfruta de los movimientos del niño, no te asustes si son muy fuertes o si, por el contrario, son menos frecuentes. Ten en cuenta que al final del embarazo el bebé se mueve menos, pues hay menos espacio.

5. Rodéate de personas que no te estresen

Las ansiedades de terceros pueden ser malísimas en estos momentos. Es normal que la familia se preocupe y te pregunte. Puedes fingir y mentir un poquito diciendo que han vuelto a hacer cuentas y han aplazado el parto una semana, así no estarán demasiado encima de ti. Tener a gente constantemente preguntando puede ser angustioso para la madre.

6. Confía siempre en tu cuerpo

Dada la espera, puedes empezar a pensar que tu cuerpo no te avisará con antelación. No, el cuerpo es sabio. En el momento del parto tendrás claro que estás de parto.

7. Busca el cariño de tu pareja

En la última fase, la pareja tiene un papel fundamental. El apoyo emocional que puede brindarte tu pareja, te ayudará muchísimo a estar más tranquila y controlar la ansiedad.