La depresión es una enfermedad lamentable que afecta a muchas personas en el mundo. Durante el embarazo también es posible vivirla, a veces sin el menor conocimiento. Conoce cuáles son las variables que pueden provocarla.

Los cambios hormonales experimentados en el embarazo son unas de las principales causas, pues afectan el funcionamiento de los neurotransmisores cerebrales encargados de controlar nuestro estado de ánimo.

Aún cuando la causa genética no sea determinante para sufrir de depresión, algunas investigaciones sugieren que es un desencadenante para su aparición, incluso en gestantes con familiares depresivos tendría mayor incidencia.

Los conflictos de pareja son siempre motivo de tristeza en todo matrimonio y en tu estado puedes sentirte más afectada. Intenta  arreglar la situación en casa pero si te parece insostenible busca apoyo en familiares o alguna institución donde recibas orientación. Considera que tu bebé no es ajeno a tu tristeza.

Es normal sentir cierta inseguridad y preocupación cuando vives un embarazo de alto riesgo o estás a punto de ser madre de uno o más bebeé. Normalmente los médicos recomiendan cuidados especiales, o tratamientos que pueden generarte temores respecto a la vida de tu bebé.

Los tratamientos de fertilidad intentados durante años pueden ser otra causa de depresión por el constante miedo a perder al bebé. Asimismo una pérdida anterior es un mal referente y motivo de depresión si no se enfrenta como una nueva oportunidad.