La amniocentesis es una prueba médica rutinaria que suele realizarse en el segundo o tercer trimestre del embarazo. La naturaleza de la técnica de la amniocentesis, unida a los posibles riesgos de la amniocentesis para el feto, son factores que suelen frenar a las mamás a la hora de tomar una decisión. No obstante, saber cómo se hace la amniocentesis y cuál es el procedimiento de la amniocentesis es esencial para optar finalmente por realizarla o no.

¿En qué consiste la prueba de la amniocentesis?

Antes de realizar la prueba de la amniocentesis, te practicarán una ecografía para saber la posición exacta de la placenta y del feto. Después insertarán una aguja y tomarán una muestra de líquido amniótico. Esta es la técnica de la amniocentesis para la que no hace falta anestesia de ningún tipo (a no ser que estés embarazada de gemelos). Gracias a esta prueba podremos determinar las posibles anomalías genéticas de nuestro bebé.

¿Hay que ir en ayunas a la amniocentesis?

Ir en ayunas no forma parte del procedimiento de la amniocentesis, pero sí conviene que hayas evacuado y orinado antes de la prueba. Una vez realizada, es necesario guardar reposo después de la amniocentesis para favorecer la cicatrización de la bolsa tras la punción.