La amniocentesis es una prueba médica invasiva que detecta las enfermedades congénitas o genéticas que puede padecer tu hijo. La amniocentesis ha de practicarse en un periodo muy concreto de tiempo, ya que hacerlo antes podría ser muy perjudicial para el futuro bebé. No hay de qué preocuparse: tu doctor sabe perfectamente cuándo se hace la amniocentesis, pero nunca está de más conocer los motivos por los que la prueba de la amniocentesis se realiza en un trimestre del embarazo y no en otro.

¿Cuándo se realiza la prueba de la amniocentesis?

Por lo general, la amniocentesis se realiza entre las semanas 15 y 20 de embarazo, aunque puede practicarse antes de la semana 15 si se aprecia una tasa mayor de complicaciones. Sin embargo, algunos ginecólogos pueden practicar la prueba de la amniocentesis en el tercer trimestre para detectar posibles infecciones uterinas y/o confirmar que los pulmones del feto se están desarrollando correctamente.

Cuando la semana para hacer la amniocentesis es la número 14 (o incluso antes) estamos ante un caso de amniocentesis temprana. Esta prueba se considera experimental y suele ser más complicada técnicamente, ya que en ese periodo hay muy poco líquido amniótico y el riesgo de sufrir un aborto espontáneo es mayor.