La opción de acudir a las clases de preparación al parto o no depende de cada madre. La finalidad de las clases prenatales es aprender ciertas nociones acerca de los primeros cuidados del bebé, a respirar para sobrellevar las contracciones durante el parto, conocer cómo son los últimos meses de embarazo o la lactancia, entre otros. Pero, ¿qué consecuencias existen de no ir a clases prenatales?
En estas sesiones los padres del futuro bebé conocen algunos ejercicios que harán a la futura madre encontrarse en buena forma para afrontar el momento del parto.
Aunque existen clases prenatales que se inician prácticamente desde el primer mes de embarazo, los más comunes son los que se realizan alrededor del sexto o séptimo mes de gestación. Cuando se inicia el tercer trimestre y la madre se debe ir preparando para el gran acontecimiento. Se trata de varias sesiones donde se realizan diversas actividades enfocadas al nacimiento del bebé.
Las clases prenatales preparto están impartidas por matronas a las que se les pueden realizar preguntas y pueden solucionar las dudas que todas las madres tienen meses antes de dar a luz
Las consecuencias de no ir a clases prenatales no son extremas ni tampoco ocurre nada si una embarazada desea no realizarlas, pero es conveniente que en casos tanto de madres con experiencia como de madres primerizas, conozcan de primera mano cómo va a ser el parto (ya que realizan ejercicios de simulacros), cómo deben respirar, cómo sabrán si están o no de parto... ya que de otra forma será complicado que lo detecten ellas mismas.
No es necesario acudir a clases de preparación al parto, pero en ellas se muestra mucha información que es importante para los padres: cómo respirar, cómo detectar los primeros cuidados del recién nacido
Además, es de suma importancia que alguien con la experiencia y la profesionalidad de una matrona explique los primeros cuidados que debe recibir un bebé en el momento que los padres llegan a casa y se encuentran solos, teniendo que solucionarlo todo ellos mismos. Resulta interesante que el padre acompañe a la madre durante estas sesiones para poder resultar de ayuda.
Por lo tanto, resulta tranquilizante e incluso produce bienestar encontrarse correctamente informada de todo cuanto va a ocurrir durante el momento del parto, que es lo que produce un mayor miedo entre las madres.
De este modo, tanto el padre como la madre se encuentran perfectamente informados y sabrán cómo comportarse, cómo respirar, qué postura adoptar y por supuesto, cómo cuidar del recién nacido cuando ya lo tengan en sus brazos.
La opción de acudir a las clases de preparación al parto o no depende de cada madre. La finalidad de las clases prenatales es aprender ciertas nociones acerca de los primeros cuidados del bebé, a respirar para sobrellevar las contracciones durante el parto, conocer cómo son los últimos meses de embarazo o la lactancia, entre otros. Pero, ¿qué consecuencias existen de no ir a clases prenatales?
En estas sesiones los padres del futuro bebé conocen algunos ejercicios que harán a la futura madre encontrarse en buena forma para afrontar el momento del parto.
Aunque existen clases prenatales que se inician prácticamente desde el primer mes de embarazo, los más comunes son los que se realizan alrededor del sexto o séptimo mes de gestación. Cuando se inicia el tercer trimestre y la madre se debe ir preparando para el gran acontecimiento. Se trata de varias sesiones donde se realizan diversas actividades enfocadas al nacimiento del bebé.
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Las consecuencias de no ir a clases prenatales no son extremas ni tampoco ocurre nada si una embarazada desea no realizarlas, pero es conveniente que en casos tanto de madres con experiencia como de madres primerizas, conozcan de primera mano cómo va a ser el parto (ya que realizan ejercicios de simulacros), cómo deben respirar, cómo sabrán si están o no de parto... ya que de otra forma será complicado que lo detecten ellas mismas.
No es necesario acudir a clases de preparación al parto, pero en ellas se muestra mucha información que es importante para los padres: cómo respirar, cómo detectar los primeros cuidados del recién nacido
Además, es de suma importancia que alguien con la experiencia y la profesionalidad de una matrona explique los primeros cuidados que debe recibir un bebé en el momento que los padres llegan a casa y se encuentran solos, teniendo que solucionarlo todo ellos mismos. Resulta interesante que el padre acompañe a la madre durante estas sesiones para poder resultar de ayuda.
Por lo tanto, resulta tranquilizante e incluso produce bienestar encontrarse correctamente informada de todo cuanto va a ocurrir durante el momento del parto, que es lo que produce un mayor miedo entre las madres.
De este modo, tanto el padre como la madre se encuentran perfectamente informados y sabrán cómo comportarse, cómo respirar, qué postura adoptar y por supuesto, cómo cuidar del recién nacido cuando ya lo tengan en sus brazos.
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