¿Puedo practicar deportes de riesgo en el embarazo?

Dudas

¿Puedo practicar deportes de riesgo en el embarazo?

Cuando una mujer está acostumbrada a moverse normalmente, el embarazo no debe de suponer una prohibición para seguir con su vida normal. El ejercicio en el embarazo siempre va a ser positivo, aunque siendo siempre conscientes de que existen muchas limitaciones y actividades que no se van a poder seguir realizando hasta que nazca el bebé. Ante la pregunta "puedo practicar deportes de riesgo en el embarazo", debes saber que el deporte durante el embarazo es importante que sea supervisado por un médico que conozca el seguimiento del embarazo de la mujer y pueda realizar apuntes acerca de cómo debe hacerlo y cuándo debe parar.


FS Stock || Shutterstock

En el caso de los deportes de riesgo en el embarazo, nos encontramos ante un dilema, ya que son muchas las mujeres que desean seguir practicándolos como antes de estar embarazadas, pero es necesario saber que embarazo y deportes de riesgo no son compatibles, puesto que cualquier movimiento, caída o roce que normalmente no suponen un mayor riesgo pueden suponer un aborto o un parto prematuro en el caso de una embarazada.

Repasa los 6 deportes recomendados durante el embarazo y olvida los ejercicios que debes evitar durante el embarazo hasta después del nacimiento del bebé.

Los riesgos de los deportes extremos durante el embarazo

Los deportes extremos durante el embarazo es necesario que sean retirados y se opte por deportes más tranquilos como puede ser andar por la montaña, calle o pistas, running durante el embarazo a un bajo nivel, natación...

En los primeros meses de embarazo puede suponer un riesgo ya que, a pesar de no tener un volumen extremo, las mujeres embarazadas tienen tendencia a sufrir mareos y vómitos, por lo que se pueden encontrar mal en cualquier momento y es todo un inconveniente cuando se está en mitad de uno de estos ejercicios. Posteriormente, aunque no se sufran mareos, el problema es que la mujer se va encontrando cada vez más pesada y con un mayor volumen, una tripa que les dificulta los movimientos y que puede suponer un problema en cualquier momento del ejercicio.

María del Carmen Esteve

¿Qué es la maternidad sino una etapa de aventuras y aprendizaje constante? Comparto mis historias, reflexiones, experiencias y consejos con las mamás primerizas.

Cuando una mujer está acostumbrada a moverse normalmente, el embarazo no debe de suponer una prohibición para seguir con su vida normal. El ejercicio en el embarazo siempre va a ser positivo, aunque siendo siempre conscientes de que existen muchas limitaciones y actividades que no se van a poder seguir realizando hasta que nazca el bebé. Ante la pregunta "puedo practicar deportes de riesgo en el embarazo", debes saber que el deporte durante el embarazo es importante que sea supervisado por un médico que conozca el seguimiento del embarazo de la mujer y pueda realizar apuntes acerca de cómo debe hacerlo y cuándo debe parar.


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En el caso de los deportes de riesgo en el embarazo, nos encontramos ante un dilema, ya que son muchas las mujeres que desean seguir practicándolos como antes de estar embarazadas, pero es necesario saber que embarazo y deportes de riesgo no son compatibles, puesto que cualquier movimiento, caída o roce que normalmente no suponen un mayor riesgo pueden suponer un aborto o un parto prematuro en el caso de una embarazada.

Repasa los 6 deportes recomendados durante el embarazo y olvida los ejercicios que debes evitar durante el embarazo hasta después del nacimiento del bebé.

Los riesgos de los deportes extremos durante el embarazo

Los deportes extremos durante el embarazo es necesario que sean retirados y se opte por deportes más tranquilos como puede ser andar por la montaña, calle o pistas, running durante el embarazo a un bajo nivel, natación...

En los primeros meses de embarazo puede suponer un riesgo ya que, a pesar de no tener un volumen extremo, las mujeres embarazadas tienen tendencia a sufrir mareos y vómitos, por lo que se pueden encontrar mal en cualquier momento y es todo un inconveniente cuando se está en mitad de uno de estos ejercicios. Posteriormente, aunque no se sufran mareos, el problema es que la mujer se va encontrando cada vez más pesada y con un mayor volumen, una tripa que les dificulta los movimientos y que puede suponer un problema en cualquier momento del ejercicio.

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