Investigadores noruegos realizaron recientemente un estudio donde se sugiere que el ejercicio moderado en mujeres embarazas reduciría la probabilidad de traer al mundo bebés con sobrepeso.

El estudio fue publicado en la última edición de Obstetrics and Gynecology. Según las conclusiones practicar ejercicios de bajo impacto durante el segundo y tercer trimestre, reduciría hasta en un 28% el riesgo de tener un bebé demasiado grande.

Es importante mantener un peso saludable tanto para la madre como para el bebé. Si el recién nacido excede los 4kg entonces se podrían suscitar problemas en el parto, una posible cesárea, hemorragias post parto, nivel bajo de apgar (examen que evalúa la vitalidad del bebé), además existe mayor posibilidad que el bebé sufra de sobrepeso en un futuro.

Los médicos noruegos tomaron datos del estudio de Cohortes de madres e hijos noruegos. Aproximadamente 37.000 mujeres cuyos embarazos duraron con mínimo 37 semanas. Las 2 terceras partes mostraban un peso normal y el 20% sobrepeso sin llegar a la obesidad.

Entre la semana 17 y 30 se les preguntó con que frecuencia practicaban ejercicios antes de embarazarse. El 43 % de las mujeres primerizas respondió que 3 veces por semana o mas antes de inicia su embarazo.

Durante la semana 30 los siguientes fueron los resultados:
25% no hacía ejercicio
29% 1 ó 2 veces a la semana
19% lo hacía 2 ó 3 veces al mes
24% lo hacía 3  más veces a la semana

En esta muestra la importancia del ejercicio antes del embarazo no es tan significativa como el realizado durante este periodo. Quienes se mantuvieron activas 3 o más veces a la semana redujeron el riesgo de tener un bebé con sobrepeso  hasta en un 28% menor, mientras practicar algún deporte de manera periódica reducía esta probabilidad  en un 23%.