Esta creencia latina es llamada de forma coloquial caída de varillas. Ella busca explicar que el hundimiento el espacio blandito de la cabecita de tu bebé, que todavía no está recubierto por el cráneo, es por el “mal de ojo” o porque la madre retiró al bebé demasiado rápido de su pezón.

El remedio tradicional para este mal es sujetar al bebé por los pies boca abajo y golpearle las plantas para que la fontanela regrese a su lugar. Sin embargo, este “tratamiento” es poco recomendable en un bebé que se encuentra en los primeros meses de nacido.

La causa médica del hundimiento de las fontanelas en la deshidratación. Y si notas que tu bebé se deshidrata con facilidad es mejor llevarlo al médico para un chequeo.