La frase aquella de “quiero darle a mi hijo lo que yo nunca tuve” puede hacernos olvidar a veces que nuestra inversión necesita ir de la mano con ese sueldo cobrado todos los fines del mes. Reduce tus gastos durante esta etapa comprando lo verdaderamente indispensable.

La mueblería es el primer tema por considerar cuando se inician las compras. El punto está en adquirir muebles multifuncionales que puedas utilizarlos por al menos 3 a 5 años, y naturalmente sirven como parte de la decoración mientras tu bebé se convierte en un niño. No olvides que sus gustos irán cambiando con el correr de los años y una habitación demasiado infantil no le agradará en un futuro

Revisa bien tus alternativas en la compra de armarios o cómodas para colocar las prendas. Una de las maneras de ahorrar más es adaptando implementos antes utilizados en casa hasta darles la forma requerida: Una mesita cubierta con una almohadilla para cambiar pañales o transformar un asiento antiguo colocándole un  nuevo forro y cojín en la sentadera.

Buscando tu confort, las sillas mecedoras te ayudan mientras amamantas o haces dormir a tu bebé, pero si tienes asientos confortables (sillones por ejemplo) que puedan suplirlos sería genial; prueba  su comodidad y si estas a gusto evita un desembolso más.

En el caso del carrito o cochecito, anímate por los plegables de bajo peso al ser más fácil su transporte. Coteja precios y marcas. Además, la silleta para tu coche es un gasto importante por la seguridad de tu bebé, en este punto sólo asegúrate que su uso esté certificado.