La hipertensión durante el embarazo constituye un factor de riesgo que conviene detectar a tiempo para evitar daños en la madre y en el bebé. Para ello, es muy importante que te sometas a una prueba para controlar la tensión durante los meses de gestación.
La presión arterial de una persona se mide en milímetros de mercurio. Los valores normales en la presión arterial están por debajo de los 120mm de mercurio. Cuando estos valores superan los 140 mm de mercurio estamos hablando de hipertensión. La presión arterial alta es peligrosa porque el corazón trabaja intensamente y esta fuerza constante puede dañar las arterias.
La tensión alta (es decir, por encima de 140 mm Hg y de 90 mm Hg) puede ser crónica, es decir, previa al embarazo, o aparecer en el transcurso de la gestación, con lo que recibiría el nombre de hipertensión gestacional.
Los síntomas de la hipertensión o tensión alta son los siguientes: cansancio, dolor en el pecho, cefaleas, cambios en la visión, ansiedad, vómitos, transpiración excesiva, alteraciones en el color de la piel (palidez o enrojecimiento), etc.
En los casos más graves, la hipertensión puede ocasionar también hemorragia nasal, palpitaciones y zumbidos o ruidos en los oídos, por lo que es conveniente que consultes con tu médico si notas algún síntoma de la hipertensión.
Durante el embarazo, existen 3 tipos de hipertensión:
La hipertensión durante el embarazo constituye un factor de riesgo que conviene detectar a tiempo para evitar daños en la madre y en el bebé. Para ello, es muy importante que te sometas a una prueba para controlar la tensión durante los meses de gestación.
La presión arterial de una persona se mide en milímetros de mercurio. Los valores normales en la presión arterial están por debajo de los 120mm de mercurio. Cuando estos valores superan los 140 mm de mercurio estamos hablando de hipertensión. La presión arterial alta es peligrosa porque el corazón trabaja intensamente y esta fuerza constante puede dañar las arterias.
La tensión alta (es decir, por encima de 140 mm Hg y de 90 mm Hg) puede ser crónica, es decir, previa al embarazo, o aparecer en el transcurso de la gestación, con lo que recibiría el nombre de hipertensión gestacional.
Los síntomas de la hipertensión o tensión alta son los siguientes: cansancio, dolor en el pecho, cefaleas, cambios en la visión, ansiedad, vómitos, transpiración excesiva, alteraciones en el color de la piel (palidez o enrojecimiento), etc.
En los casos más graves, la hipertensión puede ocasionar también hemorragia nasal, palpitaciones y zumbidos o ruidos en los oídos, por lo que es conveniente que consultes con tu médico si notas algún síntoma de la hipertensión.
Durante el embarazo, existen 3 tipos de hipertensión:
Se acerca el verano y es esa época en la que a todo el mundo…
Totsie y Littlenugget son algunas de las mejores apps para editar las fotos de bebé…
El yoga permite alcanzar una relajación profunda, por ello no te pierdas las técnicas de…
Si buscas ayuda en la lactancia materna, sigue leyendo los conceptos básicos de la lactancia…
Si te gusta el deporte, toma nota de las mejores posturas de yoga para embarazas…
¿Estás preparando las maletas y te vas de escapada? No dejes pasar por alto estos…