La maternidad es toda una etapa llena de dudas que solo las mujeres entendemos. Después de dar a luz no hay otra cosa que te apetezca más que poder darte una ducha. Es lógico que tras el esfuerzo realizado necesites un momento de relax para sentirte limpia y renovada. Te explicamos cómo es la primera ducha después del parto y te desvelamos una serie recomendaciones para cuidar tu higiene después de dar a luz.

Así es la primera ducha después de dar a luz

Los baños de inmersión están totalmente recomendados justo después del parto y durante, al menos, un mes. El motivo no es otro que evitar posibles infecciones intrauterinas posparto. Las enfermeras te recomendarán siempre que te des una ducha, así como el momento perfecto para ello. Lo más normal es que puedas ducharte una vez que se pase el efecto de la anestesia epidural para evitar problemas relacionados.

La primera ducha después de dar a luz es diferente al resto. En esta ocasión, es aconsejable que la mujer esté acompañada de alguien. Puede darse el caso de que te marees o te sientas demasiado cansada. Asimismo, las heridas por episiotomía o cesárea hacen más incómodo todo el proceso.

En cuanto a la temperatura del agua es mejor que no sea muy caliente, a fin de evitar bajadas de tensión. Dúchate con agua templada y no te alarmes si ves un poco de sangre procedente de tu útero. Es normal tras el parto y el nacimiento del bebé.

Si quieres lavarte también el pelo podrás hacerlo horas después de dar a luz. Utiliza tu champú habitual durante el posparto a no ser que el especialista te recomiende otro, mientras que para el cuerpo usarás un gel especial con glicerina que extenderás con las manos mejor que con una esponja. Evita la zona genital, así como el cuello del útero. Ten en cuenta que todavía están algo dilatados y son especialmente vulnerables a las infecciones. Tampoco dirijas el chorro de agua directamente hacia ellos, ya que podría resultar incómodo para ti.

Debes saber que no debes bañarte en la bañera durante el posparto hasta que pase esta etapa o hasta que tu médico te lo permite.

Cómo secarse tras tu primera ducha posparto

El secado es una parte muy importante de tu primera ducha tras dar a luz. Tanto tu cuerpo, así como tu cabello deben estar libres de humedad. Estos son algunos consejos:

Utiliza una toalla limpia y suave para secar bien tu cuerpo. Especialmente, la zona genital. No frotes con demasiado energía. Hazlo de manera lenta para que toda la humedad desaparezca.

Seca bien tu pelo. Primero quita la humedad con una toalla para después secarlo con el secador.

Pregunta a la matrona o a las enfermeras qué proceso debes seguir para secarte y ducharte tras dar a luz según el tipo de parto que has tenido y sigue todas sus indicaciones.

Haz todo el proceso siempre mirándote en un espejo para controlar mejor las zonas delicadas por las que vas a pasar la toalla. Una vez que te hayas dado tu primera ducha tras el parto te sentirás una mujer nueva. Con energía suficiente para empezar a cuidar a tu bebé dándole todo lo que necesita para crecer de manera saludable.

No descuides tu higiene durante tu maternidad. Especialmente, si vas a practicar la lactancia materna. Los gérmenes son grandes enemigos de los recién nacidos. Tenlo en cuenta y estarás protegiendo su salud día a día. Y si necesitas más consejos para poder asearte de manera adecuada, consulta con tu médico especialista. Todas tus dudas quedarán resueltas y podrás ducharte de manera segura y confortable.

Las duchas no solo sirven para una mejor higiene, sino también para relajar los músculos y eliminar tensiones. No tengas miedo a practicarlas y solicita ayuda siempre que lo necesites. Sobre todo, los primeros días tras el parto. Poco a poco, tú sola podrás tomar una ducha sin problemas durante todo el posparto.

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