La rubeola en el embarazo puede resultar mortal para tu bebé. Es una enfermedad viral de afección generalizada. Su contagio durante el embarazo puede resultar peligrosa para el feto. De hecho, se estima que un 70% de los niños nacidos con ciertos defectos congénitos son producto de la rubeola en la gestación. Los niños pueden padecer dificultades motrices, auditivas, visuales y de comportamiento. Incluso puede padecer algunas deformaciones físicas.
La rubeola puede también llegar a causar abortos espontáneos. Hay una cifra importante de pérdidas que se vinculan directamente con el padecimiento de la rubeola durante el embarazo. Conoce cuáles son los síntomas y causas para que estés atenta si alguien en tu entorno lo presenta o si tu misma empiezas a padecerlos, a continuación.
Estos síntomas suelen aparecer entre dos y tres semanas (14 a 21 días) después de la exposición y contagio del virus. Son bastante inespecíficos en un inicio y pueden confundirse con otras patologías hasta que ocurre la erupción.
No importa si estás o no embarazada, los síntomas son los mismos:
Estos son los síntomas comunes, pero en quienes no están vacunados puede generar complicaciones graves que son:
Cuando el virus infecta en la primera etapa del embarazo, existe más probabilidad de que se transmita hacia el feto, un 90%. Esto puede provocar:
El virus de la rubéola es el único agente causal de la enfermedad. Es extremadamente contagioso, los infectados poseen el virus en la saliva, la mucosa y las heces. Un lactante infectado puede excretar partículas virales hasta durante un año.
Por lo tanto, la forma de contagio es el contacto directo con enfermos. El contacto con la saliva o mucosa del enfermo o las gotas de saliva que se expelen al estornudar y toser son la principal fuente de infección.
Dada la severidad de las consecuencias de la rubeola durante el embarazo lo mejor es cuidarse durante el periodo de gestación. Alejarse de personas que padezcan la enfermedad y también evitar estar mucho tiempo en hospitales, laboratorios y centros médicos en los cuales pueda hallarse el virus.
Otra vía de contagio (menos común) es a través del contacto con algunas superficies que están contaminadas: vasos, pañuelos, pasamanos, lápices, manos, entre otros.
Cuando la persona toca un objeto o le da la mano a otra que tenga el virus, con solo pasarse la mano por la boca, la nariz u ojos será suficiente para que el virus entre en su organismo. Por ello, es tan importante llevar siempre antibacterial y evitar pasarse las manos por el rostro o la boca.
Ya sabes: protégete a ti y a tu bebé de la rubeola. Ponte la vacuna antes de quedar embarazada y anima a otras mujeres a que lo hagan.
La rubeola en el embarazo puede resultar mortal para tu bebé. Es una enfermedad viral de afección generalizada. Su contagio durante el embarazo puede resultar peligrosa para el feto. De hecho, se estima que un 70% de los niños nacidos con ciertos defectos congénitos son producto de la rubeola en la gestación. Los niños pueden padecer dificultades motrices, auditivas, visuales y de comportamiento. Incluso puede padecer algunas deformaciones físicas.
La rubeola puede también llegar a causar abortos espontáneos. Hay una cifra importante de pérdidas que se vinculan directamente con el padecimiento de la rubeola durante el embarazo. Conoce cuáles son los síntomas y causas para que estés atenta si alguien en tu entorno lo presenta o si tu misma empiezas a padecerlos, a continuación.
Estos síntomas suelen aparecer entre dos y tres semanas (14 a 21 días) después de la exposición y contagio del virus. Son bastante inespecíficos en un inicio y pueden confundirse con otras patologías hasta que ocurre la erupción.
No importa si estás o no embarazada, los síntomas son los mismos:
Estos son los síntomas comunes, pero en quienes no están vacunados puede generar complicaciones graves que son:
Cuando el virus infecta en la primera etapa del embarazo, existe más probabilidad de que se transmita hacia el feto, un 90%. Esto puede provocar:
El virus de la rubéola es el único agente causal de la enfermedad. Es extremadamente contagioso, los infectados poseen el virus en la saliva, la mucosa y las heces. Un lactante infectado puede excretar partículas virales hasta durante un año.
Por lo tanto, la forma de contagio es el contacto directo con enfermos. El contacto con la saliva o mucosa del enfermo o las gotas de saliva que se expelen al estornudar y toser son la principal fuente de infección.
Dada la severidad de las consecuencias de la rubeola durante el embarazo lo mejor es cuidarse durante el periodo de gestación. Alejarse de personas que padezcan la enfermedad y también evitar estar mucho tiempo en hospitales, laboratorios y centros médicos en los cuales pueda hallarse el virus.
Otra vía de contagio (menos común) es a través del contacto con algunas superficies que están contaminadas: vasos, pañuelos, pasamanos, lápices, manos, entre otros.
Cuando la persona toca un objeto o le da la mano a otra que tenga el virus, con solo pasarse la mano por la boca, la nariz u ojos será suficiente para que el virus entre en su organismo. Por ello, es tan importante llevar siempre antibacterial y evitar pasarse las manos por el rostro o la boca.
Ya sabes: protégete a ti y a tu bebé de la rubeola. Ponte la vacuna antes de quedar embarazada y anima a otras mujeres a que lo hagan.
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