Con demasiada frecuencia acusamos a las hormonas en el embarazo de muchas de nuestras molestias y cambios de humor. No es que no sea cierta esa influencia, sin embargo, son también las mejores aliadas que tenemos en momentos clave de nuestra vida. Un claro ejemplo son las funciones del estrógeno en el embarazo, sin cuya ayuda sería imposible dar la bienvenida a nuestro recién nacido.
Hay un desconocimiento en temas como las funciones de las hormonas en el parto, la propia definición de estrógeno sobre los que es necesario profundizar. Más que nunca, ahora que estás en este proceso de traer un bebé al mundo te interesa saber cuáles son los cambios hormonales en el embarazo más comunes y para qué sirve el estrógeno en el embarazo o qué papel desempeña.
Para empezar, diremos que los estrógenos son un grupo de hormonas femeninas esenciales en el desarrollo de nuestra sexualidad y capacidad reproductiva. Las principales son la estrona, el estradiol y el estriol. La primera se ocupa de preparar la ovulación y el segundo regula el ciclo menstrual. Pero, es el estriol el protagonista cuándo hablamos de la hormona estrógeno en el embarazo ya que aumenta hasta mil veces su volumen, sobre todo en las últimas semanas de la gestación.
La importancia del estrógeno durante el embarazo se comprueba fácilmente cuando vemos que se ocupa de:
Descubre cuál es el nivel de estrógenos en el embarazo y si un exceso de estos puede ocasiones un problema para la fertilidad de la mujer.
Añadiremos que, estos cambios de la mujer en el embarazo protagonizados por el estrógeno antes del embarazo se responsabilizan de aspectos también esenciales como:
Pese al indudable papel beneficioso del estrógeno durante el embarazo, conviene señalar que un exceso o disminución de sus niveles puede tener efectos negativos, por lo que es conveniente controlar que no aumente más de lo normal. Una de las vías más comunes para que suba es la alimentación.
Hay, por tanto, que cuidar el consumo de productos con alto contenido de estrógenos como soja, almendra, arroz integral, apio, berenjena, tomate, remolacha, pimientos, granadas, cerezas o manzanas. Por el contrario, los alimentos inhibidores de esta hormona son el brócoli, los cítricos, las judías verdes, el melón, la calabaza, y el arroz y la harina blancos. Lo ideal es una dieta que equilibre ambos grupos para mantener correctos los niveles de estrógeno en el embarazo.
También es interesante que sepas que el estrógeno después del embarazo suele regresar a sus niveles normales en unas 24 horas. Esta caída tan abrupta puede repercutir en la famosa depresión postparto. Además, una prueba de que permanece bajo son los meses que puedes tardar en volver a tener la menstruación. Más en el caso de las lactantes, pues la necesidad de aumentar la producción de la hormona prolactina compite con la del estrógeno.
Es normal que tengas por este motivo síntomas similares a los de la menopausia: sudores nocturnos, bochorno, sequedad vaginal, insomnio y algo de fatiga. ¡Claro que estos dos últimos es fácil que te los provoque más bien la atención y cuidados a tu bebé recién llegado!
Una vez detalladas las funciones del estrógeno en el embarazo, seguro que vas a ser mucho más tolerante con esos pequeños malestares de los que también es responsable.
Con demasiada frecuencia acusamos a las hormonas en el embarazo de muchas de nuestras molestias y cambios de humor. No es que no sea cierta esa influencia, sin embargo, son también las mejores aliadas que tenemos en momentos clave de nuestra vida. Un claro ejemplo son las funciones del estrógeno en el embarazo, sin cuya ayuda sería imposible dar la bienvenida a nuestro recién nacido.
Hay un desconocimiento en temas como las funciones de las hormonas en el parto, la propia definición de estrógeno sobre los que es necesario profundizar. Más que nunca, ahora que estás en este proceso de traer un bebé al mundo te interesa saber cuáles son los cambios hormonales en el embarazo más comunes y para qué sirve el estrógeno en el embarazo o qué papel desempeña.
Para empezar, diremos que los estrógenos son un grupo de hormonas femeninas esenciales en el desarrollo de nuestra sexualidad y capacidad reproductiva. Las principales son la estrona, el estradiol y el estriol. La primera se ocupa de preparar la ovulación y el segundo regula el ciclo menstrual. Pero, es el estriol el protagonista cuándo hablamos de la hormona estrógeno en el embarazo ya que aumenta hasta mil veces su volumen, sobre todo en las últimas semanas de la gestación.
La importancia del estrógeno durante el embarazo se comprueba fácilmente cuando vemos que se ocupa de:
Descubre cuál es el nivel de estrógenos en el embarazo y si un exceso de estos puede ocasiones un problema para la fertilidad de la mujer.
Añadiremos que, estos cambios de la mujer en el embarazo protagonizados por el estrógeno antes del embarazo se responsabilizan de aspectos también esenciales como:
Pese al indudable papel beneficioso del estrógeno durante el embarazo, conviene señalar que un exceso o disminución de sus niveles puede tener efectos negativos, por lo que es conveniente controlar que no aumente más de lo normal. Una de las vías más comunes para que suba es la alimentación.
Hay, por tanto, que cuidar el consumo de productos con alto contenido de estrógenos como soja, almendra, arroz integral, apio, berenjena, tomate, remolacha, pimientos, granadas, cerezas o manzanas. Por el contrario, los alimentos inhibidores de esta hormona son el brócoli, los cítricos, las judías verdes, el melón, la calabaza, y el arroz y la harina blancos. Lo ideal es una dieta que equilibre ambos grupos para mantener correctos los niveles de estrógeno en el embarazo.
También es interesante que sepas que el estrógeno después del embarazo suele regresar a sus niveles normales en unas 24 horas. Esta caída tan abrupta puede repercutir en la famosa depresión postparto. Además, una prueba de que permanece bajo son los meses que puedes tardar en volver a tener la menstruación. Más en el caso de las lactantes, pues la necesidad de aumentar la producción de la hormona prolactina compite con la del estrógeno.
Es normal que tengas por este motivo síntomas similares a los de la menopausia: sudores nocturnos, bochorno, sequedad vaginal, insomnio y algo de fatiga. ¡Claro que estos dos últimos es fácil que te los provoque más bien la atención y cuidados a tu bebé recién llegado!
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