Primero te sientes mareada, tienes la vista borrosa y luego tu cuerpo se relaja y caes. ¿Has sentido esto alguna vez? Seguro que sí, y es probable que haya sido ahora que estas embarazada. Por eso, hablaremos sobre perder el conocimiento durante el embarazo o el síncope vagal, una afección que se produce por una estimulación excesivamente fuerte del nervio vagal, del cual hereda su nombre. No te asustes, todo tiene una explicación, y por supuesto, una solución.

¿Qué es el síncope vagal en el embarazo?

El síncope vagal es la pérdida de consciencia de forma transitoria por sobre estimulación del nervio vago. Esto no viene de repente, usualmente se acompaña de algunos síntomas como sensación de frío, visión borrosa, entre otros. Puede ocurrir a grandes y pequeños, incluso a las embarazadas como tú. Es más, la probabilidad de que te ocurra a ti, que estas en espera de un bebé, es mayor. Puedes encontrar que muchos sitios se refieren a él también como síncope vasovagal o síncope neurocardiogénico.

Causas del síncope vasovagal en la mujer embarazada

Muchas mujeres aseguran nunca haberlo sufrido antes de quedar embarazadas, como en tu caso. Esto se debe a todos los cambios corporales que ocurren en esta etapa de tu vida. Para poder mantener al bebé con vida tu cuerpo redireccionará mucha sangre hacia la placenta. Además, las hormonas provocarán que los vasos sanguíneos se dilaten, para garantizar el transporte del plasma.

Ambas cosas provocan en ti un estado de hipotensión, es decir, manejas una menor presión arterial que cuando no estabas en gestación. Al tener esta condición es probable que con movimientos bruscos o cambios drásticos de clima llegue menos sangre a tu cerebro, y, se desarrolle el síncope.

Ese es el motivo por el cual sientes esto cuando:

• Llevas mucho tiempo de pie.
• Si te levantas bruscamente de la cama.
• Cuando estas expuesta a climas muy calurosos.
• O si te agachas y levantas con rapidez.

Este molesto y a veces aterrador evento suele ocurrir en los primeros meses de embarazo, mientras el cuerpo se adapta a los cambios.

Síntomas del síncope vasovagal en el embarazo

La estimulación nerviosa (nervio vago) produce más que el simple desmayo. Hay algunos síntomas que pueden ocurrir antes de perder el conocimiento, como:

• Sensación de tener mucho calor
• Sudoración excesiva y fría
• Náuseas
• Piel y labios pálidos
• Aumento de la frecuencia cardíaca
• Tinnitus o zumbido en los oídos
• Visión borrosa o sensación de que se estrecha formando un túnel

Unos minutos o segundos después de presentarse estos síntomas vendrá el desmayo. El síncope es de corta duración, y la recuperación es rápida. En menos de un minuto estarás mejor. Sin embrago, lo recomendable es que te mantengas sentada o acostada por unos 10-15 minutos para prevenir que ocurra otro síncope. Apenas tengas los síntomas prodrómicos debes recostarte con los pies en alto para evitar el síncope.

¿Cuándo preocuparse en caso de pérdida del conocimiento en el embarazo? Ya hablamos de que resulta normal tener uno o dos episodios de síncope vagal en el embarazo. Pero, si se repiten con mucha frecuencia es importante consultar a un especialista.

• Algunas arritimias u otro problema cardiovascular podría estar generando pérdidas de conocimiento a repetición. Estas, sin duda, requieren de tratamiento y control, tanto por el obstetra, como por un cardiólogo.
• También puede tratarse de deshidratación en el embarazo o efectos secundarios de algunos fármacos. En el primer caso la solución es simple, tomar más líquidos, y, en el segundo, suspender el uso de la medicina que está afectándote.

Cómo evitar el síndrome vasovagal recurrente en el embarazo

Existen algunas sencillas medidas que seguir para evitar pasar nuevamente por este susto.

• Al sentir cualquier síntoma extraño tratar de sentarte o recostarte con los pies en una posición de altura. Mantén esta postura por al menos unos 10 minutos.
• Si tienes ya un par de horas sentada procura movilizar las piernas antes de ponerte de pie para estimular la circulación.
• Evita pasar muchas horas de pie. Si necesitas hacerlo procura caminar o mover las piernas.
• Come pequeñas porciones de alimentos cada 4 horas para evitar la hipoglicemia.
• Evita cambiar de postura rápidamente.