Con los avances en la tecnología cada vez es más sencillo hacer diagnósticos sin necesidad de lastimar al paciente. La ecografía de translucencia nucal es un ejemplo de ello, una de las pruebas de embarazo poco invasivas que permite al médico sospechar la existencia de enfermedades congénitas. La ecografía de translucencia nucal es una prueba médica que se suele realizar a las embarazadas entre la semana 11 y la semana 14 del embarazo, y que ofrece bastante información sobre algunas de las posibles anomalías cromosómicas del feto.
Como su nombre lo indica se trata de un estudio ecográfico en el embarazo en el cual se busca determinar la amplitud de la translucencia nucal. El eco se hace colocando el transductor sobre la pared abdominal, no intravaginal, lo cual hace de este un procedimiento bastante inocuo. Se busca identificar la nuca del feto y el acumulo de líquido amniótico detrás de ella. Esto se mide con cuidado y se estima según los resultados la probabilidad de tener un feto enfermo.
El único requisito para poder hacer esta prueba y mejorar su alcance es llegar al consultorio con la vejiga llena. Procura tomar 2 a 3 vasos de agua entre 30 minutos y una hora antes de la prueba.
El ginecólogo te indicará esta prueba para descartar síndrome de Down y otras enfermedades congénitas. Se prefiere esta sobre la amniocentesis porque no es invasiva y se puede realizar en una edad gestacional más pequeña.
La fecha ideal para hacer esta ecografía es entre la onceava y la catorceava semana de embarazo. En esta edad gestacional ya es posible observar la anchura de la nuca y estimar la presencia de alteraciones.
Cuando el especialista coloca el transductor sobre tu abdomen y localice la nuca, medirá la anchura de la translucencia. Las medidas normales son:
Al identificar un valor menor o igual a los mencionados se considera normal. La bibliografía expresa que con resultados normales el riesgo de que el bebé tenga síndrome de Down es muy pequeño.
Sin embargo, cuando la translucencia nucal supera los valores estándar hay alto riesgo de enfermedades fetales. Alguna de ellas son:
Los valores anormales implican un mayor riesgo de enfermedades congénitas y síndrome de Down. Pero, no las confirma de ninguna manera. Tu hijo incluso podría estar sano.
Al encontrarse con estos resultados tu obstetra te sugerirá realizar te pruebas más especializadas como la amniocentesis o biopsia corial. Se trata de estudios invasivos que implican la punción del útero, líquido amniótico y placenta para poder evaluar las células del feto. Por medio de ellas tendrás un diagnóstico certero.
La ecografía es sin duda el primer paso para conocer la presencia de estas enfermedades, pero, se requiere de otros estudios para confirmarlas. Muchos médicos incluyen la prueba dentro de su rutina de control prenatal. Otros solo la indican en embarazos de riesgo como aquellos de edad materna o paterna avanzada.
A todas las futuras mamás con antecedentes familiares o reproductivos de cromosopatias, de edad avanzada o que hayan dado un alto índice de riesgo en otras pruebas de cribaje cromosómico. Sin embargo, también la solicitan muchas embarazadas jóvenes que quieren tener la seguridad de que su bebé no tiene ninguna anomalía cromosómica.
No. A diferencia de la amniocentesis o la biopsia de corial, que son pruebas invasivas, la translucencia nucal no lo es y no hay ningún riesgo de aborto espontáneo.
Con los avances en la tecnología cada vez es más sencillo hacer diagnósticos sin necesidad de lastimar al paciente. La ecografía de translucencia nucal es un ejemplo de ello, una de las pruebas de embarazo poco invasivas que permite al médico sospechar la existencia de enfermedades congénitas. La ecografía de translucencia nucal es una prueba médica que se suele realizar a las embarazadas entre la semana 11 y la semana 14 del embarazo, y que ofrece bastante información sobre algunas de las posibles anomalías cromosómicas del feto.
Como su nombre lo indica se trata de un estudio ecográfico en el embarazo en el cual se busca determinar la amplitud de la translucencia nucal. El eco se hace colocando el transductor sobre la pared abdominal, no intravaginal, lo cual hace de este un procedimiento bastante inocuo. Se busca identificar la nuca del feto y el acumulo de líquido amniótico detrás de ella. Esto se mide con cuidado y se estima según los resultados la probabilidad de tener un feto enfermo.
El único requisito para poder hacer esta prueba y mejorar su alcance es llegar al consultorio con la vejiga llena. Procura tomar 2 a 3 vasos de agua entre 30 minutos y una hora antes de la prueba.
El ginecólogo te indicará esta prueba para descartar síndrome de Down y otras enfermedades congénitas. Se prefiere esta sobre la amniocentesis porque no es invasiva y se puede realizar en una edad gestacional más pequeña.
La fecha ideal para hacer esta ecografía es entre la onceava y la catorceava semana de embarazo. En esta edad gestacional ya es posible observar la anchura de la nuca y estimar la presencia de alteraciones.
Cuando el especialista coloca el transductor sobre tu abdomen y localice la nuca, medirá la anchura de la translucencia. Las medidas normales son:
Al identificar un valor menor o igual a los mencionados se considera normal. La bibliografía expresa que con resultados normales el riesgo de que el bebé tenga síndrome de Down es muy pequeño.
Sin embargo, cuando la translucencia nucal supera los valores estándar hay alto riesgo de enfermedades fetales. Alguna de ellas son:
Los valores anormales implican un mayor riesgo de enfermedades congénitas y síndrome de Down. Pero, no las confirma de ninguna manera. Tu hijo incluso podría estar sano.
Al encontrarse con estos resultados tu obstetra te sugerirá realizar te pruebas más especializadas como la amniocentesis o biopsia corial. Se trata de estudios invasivos que implican la punción del útero, líquido amniótico y placenta para poder evaluar las células del feto. Por medio de ellas tendrás un diagnóstico certero.
La ecografía es sin duda el primer paso para conocer la presencia de estas enfermedades, pero, se requiere de otros estudios para confirmarlas. Muchos médicos incluyen la prueba dentro de su rutina de control prenatal. Otros solo la indican en embarazos de riesgo como aquellos de edad materna o paterna avanzada.
A todas las futuras mamás con antecedentes familiares o reproductivos de cromosopatias, de edad avanzada o que hayan dado un alto índice de riesgo en otras pruebas de cribaje cromosómico. Sin embargo, también la solicitan muchas embarazadas jóvenes que quieren tener la seguridad de que su bebé no tiene ninguna anomalía cromosómica.
No. A diferencia de la amniocentesis o la biopsia de corial, que son pruebas invasivas, la translucencia nucal no lo es y no hay ningún riesgo de aborto espontáneo.
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