Entre las enfermedades exclusivas del embarazo, la preeclampsia y la eclampsia son probablemente las más graves, por las consecuencias que tienen sobre la salud de la madre y del bebé. Tanto que han movilizado a los organismos sanitarios internacionales. Se hace imprescindible, por ejemplo, conocer las recomendaciones de la OMS para la prevención de la eclampsia.
Pese a la seriedad del tema sobre esta complicación del embarazo, lo mejor es que la propia opinión de la preeclampsia y la eclampsia según la OMS afirma que con prevención y cuidados se minimizan los riesgos que ambas enfermedades conllevan. Aunque están muy relacionadas, centraremos la información en este caso en lo relacionado con la eclampsia según la OMS.
La definición de la eclampsia según la OMS se puede resumir como la presentación de una o más crisis de convulsión generalizada como consecuencia de padecer preeclampsia y descartadas otras causas neurológicas. Recordemos que la preeclampsia es uno de los trastornos hipertensivos más serios que se dan en el embarazo. Se presenta a partir de la semana 20 y se caracteriza por hipertensión arterial y presencia de proteínas en la orina.
Así, de esta opinión de la OMS sobre la eclampsia se concluye que es la fase final de una preeclampsia severa, que al afectar a la vascularización cerebral se manifiesta en crisis de convulsiones. Estos espasmos se trasladan a los vasos sanguíneos del útero, pudiendo provocar una falta de oxígeno y el consiguiente sufrimiento fetal. Su incidencia se cifra en menos del 3% de las embarazadas con preeclampsia y se manifiesta normalmente en el último trimestre de la gestación.
Este difícil panorama no debe angustiarnos porque en sus propias palabras, la prevención y tratamiento de la eclampsia según la OMS evitaría la mayoría de los problemas y consecuencias que pueden sufrir tanto las mujeres como sus bebés. Lee atentamente cuál es el tratamiento de la eclampsia en el embarazo y cómo se trata esta complicación.
¿Cómo afecta la eclampsia en el embarazo? evidentemente, como la eclampsia en el embarazo deriva de la preeclampsia, la primera de las recomendaciones de la OMS es diagnosticar, controlar y tratar la hipertensión grave en las embarazadas. Dada la importancia del tema, han publicado una guía con 23 recomendaciones, diferenciadas como fuertes o débiles según su fiabilidad y la calidad de los estudios en los que se basan.
Además, concretando sobre del tratamiento de la eclampsia según la OMS sólo se cita la posibilidad de administrar determinados anticonvulsivos. Exactamente estas son sus indicaciones:
En cualquier caso, es también una de las recomendaciones de la OMS que estas mujeres deben estar bajo un estricto control médico durante todo el embarazo, ya que estos controles prenatales son el mejor instrumento para evitar sus graves secuelas, entre otras el desprendimiento prematuro de la placenta.
La eclampsia en el embarazo no implica inevitablemente que se deba adelantar el parto, ni que este tenga que ser mediante cesárea, aunque es una posibilidad bastante frecuente para evitar males mayores. El documento de las recomendaciones de la OMS para la prevención y el tratamiento de la eclampsia desprende un importante optimismo porque insiste en que la aplicación de esta directriz evitará muchas muertes y problemas en estas circunstancias.
Entre las enfermedades exclusivas del embarazo, la preeclampsia y la eclampsia son probablemente las más graves, por las consecuencias que tienen sobre la salud de la madre y del bebé. Tanto que han movilizado a los organismos sanitarios internacionales. Se hace imprescindible, por ejemplo, conocer las recomendaciones de la OMS para la prevención de la eclampsia.
Pese a la seriedad del tema sobre esta complicación del embarazo, lo mejor es que la propia opinión de la preeclampsia y la eclampsia según la OMS afirma que con prevención y cuidados se minimizan los riesgos que ambas enfermedades conllevan. Aunque están muy relacionadas, centraremos la información en este caso en lo relacionado con la eclampsia según la OMS.
La definición de la eclampsia según la OMS se puede resumir como la presentación de una o más crisis de convulsión generalizada como consecuencia de padecer preeclampsia y descartadas otras causas neurológicas. Recordemos que la preeclampsia es uno de los trastornos hipertensivos más serios que se dan en el embarazo. Se presenta a partir de la semana 20 y se caracteriza por hipertensión arterial y presencia de proteínas en la orina.
Así, de esta opinión de la OMS sobre la eclampsia se concluye que es la fase final de una preeclampsia severa, que al afectar a la vascularización cerebral se manifiesta en crisis de convulsiones. Estos espasmos se trasladan a los vasos sanguíneos del útero, pudiendo provocar una falta de oxígeno y el consiguiente sufrimiento fetal. Su incidencia se cifra en menos del 3% de las embarazadas con preeclampsia y se manifiesta normalmente en el último trimestre de la gestación.
Este difícil panorama no debe angustiarnos porque en sus propias palabras, la prevención y tratamiento de la eclampsia según la OMS evitaría la mayoría de los problemas y consecuencias que pueden sufrir tanto las mujeres como sus bebés. Lee atentamente cuál es el tratamiento de la eclampsia en el embarazo y cómo se trata esta complicación.
¿Cómo afecta la eclampsia en el embarazo? evidentemente, como la eclampsia en el embarazo deriva de la preeclampsia, la primera de las recomendaciones de la OMS es diagnosticar, controlar y tratar la hipertensión grave en las embarazadas. Dada la importancia del tema, han publicado una guía con 23 recomendaciones, diferenciadas como fuertes o débiles según su fiabilidad y la calidad de los estudios en los que se basan.
Además, concretando sobre del tratamiento de la eclampsia según la OMS sólo se cita la posibilidad de administrar determinados anticonvulsivos. Exactamente estas son sus indicaciones:
En cualquier caso, es también una de las recomendaciones de la OMS que estas mujeres deben estar bajo un estricto control médico durante todo el embarazo, ya que estos controles prenatales son el mejor instrumento para evitar sus graves secuelas, entre otras el desprendimiento prematuro de la placenta.
La eclampsia en el embarazo no implica inevitablemente que se deba adelantar el parto, ni que este tenga que ser mediante cesárea, aunque es una posibilidad bastante frecuente para evitar males mayores. El documento de las recomendaciones de la OMS para la prevención y el tratamiento de la eclampsia desprende un importante optimismo porque insiste en que la aplicación de esta directriz evitará muchas muertes y problemas en estas circunstancias.
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