Algo que habrás notado desde que estás embarazada es que de repente has comenzado a tener una necesidad de acudir al baño a orinar con mayor frecuencia. Este necesidad persiste durante prácticamente todo el embarazo, ya que tu cuerpo ahora retiene mayor cantidad de líquido y tu útero se irá adaptando para dejar espacio en la nueva vida que crece en ti.
A veces incluso puede que notes alguna leve pérdida de orina al estornudar, toser o reir. Es algo que ocurre con normalidad, ya que tu útero se está desarrollando y hace una mayor presión sobre la vejiga. Existen ciertos trucos que aunque no eviten las continuas visitas al servicio, sí que ayudan a reducir bastante la necesidad.
Evita bebidas diuréticas como el café o el té y aquellas bebidas que puedan contener cafeína, ya que este tipo de bebidas ocasionan una mayor necesidad de orinar.
Evita beber líquidos antes de acostarse, ya que la retención de estos es mayor mientras está acostada y provocará que tenga que levantarse por las noches para ir al baño.
Evita contener durante mucho rato las ganas de orinar. Es preferible que vayas más veces al principio que forzar la vejiga.
Es recomendable la práctica de ejercicios Kegel, ya que ayudan a desarrollar el control de tus músculos pélvicos, desarrollando un mayor control de tus necesidades. Estos ejercicios con muy simples y los puedes realizar en poco tiempo y casi en cualquier lugar.
Algo que habrás notado desde que estás embarazada es que de repente has comenzado a tener una necesidad de acudir al baño a orinar con mayor frecuencia. Este necesidad persiste durante prácticamente todo el embarazo, ya que tu cuerpo ahora retiene mayor cantidad de líquido y tu útero se irá adaptando para dejar espacio en la nueva vida que crece en ti.
A veces incluso puede que notes alguna leve pérdida de orina al estornudar, toser o reir. Es algo que ocurre con normalidad, ya que tu útero se está desarrollando y hace una mayor presión sobre la vejiga. Existen ciertos trucos que aunque no eviten las continuas visitas al servicio, sí que ayudan a reducir bastante la necesidad.
Evita bebidas diuréticas como el café o el té y aquellas bebidas que puedan contener cafeína, ya que este tipo de bebidas ocasionan una mayor necesidad de orinar.
Evita beber líquidos antes de acostarse, ya que la retención de estos es mayor mientras está acostada y provocará que tenga que levantarse por las noches para ir al baño.
Evita contener durante mucho rato las ganas de orinar. Es preferible que vayas más veces al principio que forzar la vejiga.
Es recomendable la práctica de ejercicios Kegel, ya que ayudan a desarrollar el control de tus músculos pélvicos, desarrollando un mayor control de tus necesidades. Estos ejercicios con muy simples y los puedes realizar en poco tiempo y casi en cualquier lugar.
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