El síndrome de la  muerte súbita del lactante (SMSL) es considerado como la segunda causa de muerte en bebés menores de 12 meses en países occidentales. No existe una causa específica para su ocurrencia, sin embargo problemas físicos o factores externos relacionados a la madre pueden provocar su aparición.

Algunas investigaciones revelan que los bebés que nacen con una anormalidad en  su “núcleo arcuatum” encargado de regular la frecuencia cardiaca, la respiración, la termorregulación y los despertares de sueños son más propensos a una muerte súbita. Se cree que durante el embarazo las madres se vieron expuestas a sustancias tóxicas, dando como resultado la aparición de estas anomalía.

Algunas condiciones colocan al recién nacido en una situación vulnerable: Los bebes prematuros con dificultad para respirar por periodos prolongados (Apneas) o aquellos con padecimiento de displacia bronco pulmonar, ambas afecciones relacionadas con la respiración.

La muerte súbita afecta con mayor frecuencia a los bebés entre 2 y 4 meses de vida, además la temporada invernal suele aumentar el riesgo sobre ellos debido al excesivo abrigo que sus padres le proporcionan durante las noches.

Son otras posibles causales: el antecedente de un hermano que padeció del síndrome,  un embarazo consecutivo con menos de 1 año con respecto al primer parto, sobrepeso o la exposición del recién nacido a un ambiente donde el tabaco o los cigarrillos son consumidos continuamente.