Una mujer embarazada esta en todo el derecho de solicitar información detallada, por parte de la empresa, de las sustancias tóxicas que debe evitar en el trabajo ya que está expuesta durante su jornada laboral y pueden ser perjudiciales tanto para ella como para el bebé.

Si trabajas en un entorno donde estas constantemente en contacto con sustancias como el plomo, el mercurio o productos químicos como disolventes o estas expuesta a la radiación, necesitas cambiar de puesto ya que estos elementos pueden actuar como agentes susceptibles de causar abortos espontáneos, partos prematuros, malformaciones estructurales congénitas y un desarrollo anormal del feto.

También son  perjudiciales para el embrión productos químicos como: el alcohol (utilizado como disolvente el algunas compañías), el arsénico (empleado en colorantes), el benzol (en fabrica de pinturas, tintes y lacas), fósforos (en la elaboración de cerillas y raticidas), mercurio (en fabricación de espejos, manufactura de termómetros, extracción de minerales), nicotina (fabricación de tabaco) plomo (en imprentas, fabrica de pinturas, esmaltes) y sulfuros de carbono (elaboración de gomas)

Es obligación de la empresa tener a la mano la lista de los químicos o materiales que hay en el lugar de trabajo, de manera que puedas informarte de los riesgos a los que estás expuesta.

Si trabajas con ordenadores, no te preocupes ya que el nivel de radiación que emiten las pantallas es muy baja.