Aunque clasificaciones hay muchas, lo cierto es que si nos centramos en la tipología de los abortos, principalmente encontramos dos; el aborto espontáneo y el aborto inducido. Ahora bien, dentro de esta clasificación de abortos, podemos encontrar otra división. Conozcamos pues estos tipos de aborto y su significado.
Desgraciadamente no todos los embarazos llegan a buen término. Como comentábamos, principalmente encontramos los abortos espontáneos y los inducidos. Esta sería la primera división a la hora de hablar de la tipología de los abortos.
Se considera aborto espontáneo al aborto que sucede por causas naturales, en el que el feto, o incluso el embrión, es expulsado antes de la semana 26 de la gestación y sin provocar dicha expulsión. Esta expulsión ocurrirá siempre por causas naturales. Asimismo, tras pasar esas semanas estaríamos hablando directamente de una muerte fetal.
Hay que señalar que los abortos más frecuentes de este tipo suelen darse en las primeras semanas. Hay algunos que se dan tan pronto, que las mujeres incluso no son conscientes de que están embarazadas. Simplemente notan como la menstruación se retrasa ligeramente y llega más abundante. En estos abortos espontáneos tan tempranos, el dolor también es más fuerte; y es que el útero de la mujer deberá abrirse un poco para expulsar los restos del embrión.
En cuanto a los factores, son realmente variados. El problema de los abortos espontáneos podría estar vinculado a problemas genéticos o cromosómicos del feto. También podría ser debido a problemas hormonales de la madre, exposición a toxinas, drogadicción, adicciones como el tabaco o el alcohol etc.
Dentro de los abortos espontáneos podemos hacer una clasificación un poco más específica:
El aborto inducido es un tipo de aborto en el que el embarazo se interrumpe por una decisión voluntaria, ya sea del personal sanitario o de la mujer embarazada. Así, podemos diferenciar entre aborto terapéutico y aborto provocado.
El aborto terapéutico es el que se realiza por decisión médica, cuando existe algún riesgo grave para la vida de la madre o incluso del feto. La fecha tope para abortar por problemas en el feto son los 22 meses del embarazo. Existen varias razones médicas por las que se puede justificar un aborto terapéutico, principalmente salvaguardar la salud física y mental de la madre, riesgo de enfermedad congénita o genética, reducción de embriones o fetos en embarazos múltiples o riesgo grave para la vida del hijo.
Por último estaríamos ante el aborto provocado. Este aborto se da cuando la decisión de expulsar el embrión o feto es una decisión individual de la madre. Evidentemente es el aborto que más problemas conlleva, es más, en muchos países no está aceptado.
En España actualmente se puede practicar el aborto provocado, siempre en centros sanitarios públicos o privados y a manos de un especialista. Podrán someterse a este tipo de aborto las mujeres mayores de 18 años hasta las 14 semanas de embarazo.
Además, el embarazo se podrá interrumpir, como excepción, hasta la semana 22 si existe un riesgo para la vida o salud de la embarazada. Siempre que existan anomalías graves en el feto o se detecten anomalías incompatibles con la vida.
Aunque clasificaciones hay muchas, lo cierto es que si nos centramos en la tipología de los abortos, principalmente encontramos dos; el aborto espontáneo y el aborto inducido. Ahora bien, dentro de esta clasificación de abortos, podemos encontrar otra división. Conozcamos pues estos tipos de aborto y su significado.
Desgraciadamente no todos los embarazos llegan a buen término. Como comentábamos, principalmente encontramos los abortos espontáneos y los inducidos. Esta sería la primera división a la hora de hablar de la tipología de los abortos.
Se considera aborto espontáneo al aborto que sucede por causas naturales, en el que el feto, o incluso el embrión, es expulsado antes de la semana 26 de la gestación y sin provocar dicha expulsión. Esta expulsión ocurrirá siempre por causas naturales. Asimismo, tras pasar esas semanas estaríamos hablando directamente de una muerte fetal.
Hay que señalar que los abortos más frecuentes de este tipo suelen darse en las primeras semanas. Hay algunos que se dan tan pronto, que las mujeres incluso no son conscientes de que están embarazadas. Simplemente notan como la menstruación se retrasa ligeramente y llega más abundante. En estos abortos espontáneos tan tempranos, el dolor también es más fuerte; y es que el útero de la mujer deberá abrirse un poco para expulsar los restos del embrión.
En cuanto a los factores, son realmente variados. El problema de los abortos espontáneos podría estar vinculado a problemas genéticos o cromosómicos del feto. También podría ser debido a problemas hormonales de la madre, exposición a toxinas, drogadicción, adicciones como el tabaco o el alcohol etc.
Dentro de los abortos espontáneos podemos hacer una clasificación un poco más específica:
El aborto inducido es un tipo de aborto en el que el embarazo se interrumpe por una decisión voluntaria, ya sea del personal sanitario o de la mujer embarazada. Así, podemos diferenciar entre aborto terapéutico y aborto provocado.
El aborto terapéutico es el que se realiza por decisión médica, cuando existe algún riesgo grave para la vida de la madre o incluso del feto. La fecha tope para abortar por problemas en el feto son los 22 meses del embarazo. Existen varias razones médicas por las que se puede justificar un aborto terapéutico, principalmente salvaguardar la salud física y mental de la madre, riesgo de enfermedad congénita o genética, reducción de embriones o fetos en embarazos múltiples o riesgo grave para la vida del hijo.
Por último estaríamos ante el aborto provocado. Este aborto se da cuando la decisión de expulsar el embrión o feto es una decisión individual de la madre. Evidentemente es el aborto que más problemas conlleva, es más, en muchos países no está aceptado.
En España actualmente se puede practicar el aborto provocado, siempre en centros sanitarios públicos o privados y a manos de un especialista. Podrán someterse a este tipo de aborto las mujeres mayores de 18 años hasta las 14 semanas de embarazo.
Además, el embarazo se podrá interrumpir, como excepción, hasta la semana 22 si existe un riesgo para la vida o salud de la embarazada. Siempre que existan anomalías graves en el feto o se detecten anomalías incompatibles con la vida.
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