La interrupción no deseada de un embarazo es una pérdida más común de lo que desearíamos. Por eso es un tema que no debe ser tabú y debemos conocer tanto los síntomas como el tratamiento, ya que hay mucho desconocimiento al respecto. Para empezar, hablamos de aborto incompleto cuando durante el embarazo tiene lugar una fuerte hemorragia en la que el cuello uterino permanece dilatado, pero, a la vez, permanece tejido del embarazo dentro del útero.

La Organización Mundial de la Salud define el aborto como: “Interrupción espontánea o provocada de una gestación antes de las 22 semanas desde el primer día de la última menstruación, con un peso aproximado de 500 gramos o 25 centímetros”. Así, la diferencia entre un aborto completo y uno incompleto es que se trata de un aborto incompleto cuando parte del tejido o del material del embarazo (el saco, la placenta o el propio bebé) no han sido expulsados por nuestro cuerpo. Cuando esto ocurre, debemos evitar posibles hemorragias, infecciones o cualquier tipo de complicaciones mediante un tratamiento médico, preferentemente.

Es necesario saber que tanto la atención como el tratamiento de un aborto incompleto son totalmente legales. De manera general, los médicos pedirán información sobre salud y síntomas en general, y además te ofrecerán una serie de ideas para sobrellevar el aborto y la situación de la mejor manera. Las preguntas personales no son relevantes ni obligatorias, ya que, como acabamos de decir, es totalmente legar tratar un aborto incompleto.

¿Cuáles son los síntomas del aborto incompleto?

Entre los síntomas de un aborto incompleto más comunes encontramos:

• Retraso de la menstruación.
• Ausencia total de la menstruación (amenorrea).
• Dolor abdominal, a menudo se asemeja al dolor por cólicos.
• Sangrado vaginal.
• Disminución de los síntomas habituales del embarazo.
• Flujo vaginal maloliente.
• Pérdida de peso.
• Escalofríos.
• Malestar general.

Así que, si estás embarazada y en algún momento sufres alguno de estos síntomas, lo mejor para tu salud es que acudas cuanto antes a tu médico. Más vale prevenir que curar, ya se trate de un aborto espontáneo o incompleto.

Tratamiento del aborto incompleto

Cuando esto ocurre, lo que más nos preguntamos es cómo tratar un aborto incompleto. El tratamiento médico más utilizado para asistir un un tipo de aborto incompleto es el procedimiento quirúrgico denominado aspiración manual endouterina (AMEU), legrado o raspaje.

Este método es uno de los más seguros y eficaces a la hora de evacuar los restos del embarazo del útero, ya que se es similar a la de la aspiración. Se realiza mediante la dilatación del útero para introducir una cánula y la consiguiente succión del feto y sus tejidos. Tras esto, tiene lugar un raspado para asegurar el retiro completo de todos los restos. Es muy relevante también saber que este tratamiento se realiza normalmente con anestesia local, para así evitar molestias o posibles dolores. Además, realizar este tratamiento tiene ciertas ventajas: los médicos lo aceptan rápido, se hace mediante anestesia local, es más cómodo e implica menos tiempo de recuperación.

Por otro lado, existe la opción de tratar el aborto incompleto con medicamentos. Pero esta opción solo es posible si los restos en el cuerpo tras el aborto son mínimos. Aunque debemos tener en cuenta que lo más recomendado y fiable es el procedimiento quirúrgico antes mencionado: la aspiración manual endouterina. Es muy importante escoger la opción adecuada y ser muy precavidas, ya que un mal tratamiento del aborto incompleto puede implicar complicaciones letales.

Así que si te has notado alguno de los síntomas del aborto incompleto antes mencionados o ya sabes que has padecido un aborto incompleto, ahora sabes que puedes escoger entre una intervención quirúrgica y la toma de medicamentos. Pero nunca olvides que lo más seguro y eficaz es siempre la aspiración manual endouterina, porque la salud es siempre lo primero y ese método es el más fiable.