No es la primera vez ni será la última que recalcamos la importancia de una alimentación sana y equilibrada en el periodo de gestación. Esto incluye saber en qué consiste la higiene alimentaria en el embarazo. Una serie de pautas imprescindibles para que tu alimentación esté exenta de determinados productos o prácticas poco recomendadas. Si ya conoces las mejores recetas para embarazadas, no te pierdas toda la información sobre la higiene de los alimentos en el embarazo.

Cómo manipular los alimentos durante el embarazo

Para cuidar tu salud y la de tu bebé es importante llevar a cabo unas pautas de higiene a la hora de manipular los alimentos que vamos a ingerir. La higiene alimentaria en el embarazo es fundamental para evitar que ciertos patógenos lleguen hasta el organismo.

Así es cómo debes manipular los alimentos recomendados durante el embarazo:

• Lávate siempre las manos antes de tocar ningún alimento. Hazlo con agua caliente jabón. Las manos son una de las partes de nuestro cuerpo que más suciedad pueden llegar a tener. Asegúrate de lavarlas las veces que sean necesarias. Cuando llegues a casa, al salir del baño, al estar con personas resfriadas o enfermas, al cocinar, etc.
• Limpia y lava adecuadamente todos los alimentos que vayas a cocinar. Especialmente, las frutas y verduras. Esto también incluye los productos que vienen envasados. Todos han sido tratados con plaguicidas. Deshecha de tu lista de la compra los alimentos prohibidos en el embarazo y toma aquellos que conllevan beneficios en tu estado.
• Cocina muy bien los huevos y no consumas carnes en el embarazo o pescados crudos.
• Mantén tu nevera limpia y los utensilios de cocina higienizados. Del mismo, modo desinfecta bien las superficies antes y después de cocinar sobre ellas.
• Se bastante estricta con las fechas de caducidad y no tengas alimentos cocinados a temperatura ambiente por un periodo de tiempo superior a dos horas. En caso de que no estés segura sobre las buenas condiciones de un alimento es mejor tirarlo.
• Vigila el proceso de elaboración y envasado de los productos que compras en el supermercado. Hay algunos, sobre todo, los lácteos que podrían no estar pasteurizados.
• No tomes las sobras del día anterior frías. Caliéntalas siempre al microondas.
• Lávate los dientes cada vez que termines de comer para eliminar las bacterias de la placa dental.

 

La conservación de los alimentos en el frigorífico durante el embarazo

La higiene de los alimentos durante el embarazo también pasa por su correcta conservación en la nevera. ¿Cómo guardamos los alimentos frescos o cocinados en el frigorífico?

1. 1. La temperatura ideal de la nevera para la conservación adecuada de los alimentos de es de un mínimo de 4 grados centígrados.
   2. Todos los alimentos que guardes en el frigorífico han de estar dentro de un recipiente y tapados.
   3. Evita mezclar en la misma parte de la nevera alimentos crudos junto a alimentos cocinados.
   4. Y muy importante, no volver a congelar los alimentos que ha sido previamente congelados.
   5. Usa tuppers de cristal en lugar de los de plástico. Son mucho más higiénicos.
   6. No dejes pasar demasiado tiempo en la nevera un plato que ya haya sido cocinado previamente.
   7. Controla la limpieza y malos olores de tu frigorífico. Elimina aquellos productos que hayan caducado o se hayan estropeado. Presta atención a si algún alimento envasado gotea o está oxidado.
   8. No tengas productos crudos demasiado tiempo y sin ser cocinados en la nevera.

La alimentación en el embarazo es la clave para tener una gestación sana y feliz. El bebé se alimenta de lo que recibe de su madre a través del cordón umbilical. Por este motivo, cuantas más medidas de higiene alimentaria tomes más seguridad tendrás frente a posibles complicaciones. No te preocupes demasiado ni te obsesiones.

Todo es cuestión de pensar por dos. Todo lo que hagas e ingieras va a afectar para bien o para mal al feto. Toma consciencia de ello y verás cómo sin darte cuenta tu rutina cambia, adaptándose a estas pautas para una alimentación lo más segura posible.

También es importante decir que no conviene lavarse los dientes nada más acabar de comer. Es mejor esperar veinte minutos antes de cepillarse, porque si no puedes dañar el esmalte. Nuestra boca tiene una acidez con un pH de 7, es decir, neutro. Con la comida hay una subida de la acidez en la boca que reblandece el esmalte. La saliva neutraliza esta acidez y el esmalte vuelve a endurecerse. Pero tarda unos veinte minutos.