Todas sabemos que el embarazo es una maravillosa etapa en la vida de la mujer que no está exenta de algunas complicaciones. La hiperémesis gravídica en el embarazo es una de ellas. Todas conocemos qué son las molestias nauseas en el embarazo y los vómitos de los primeros meses, pues esta dolencia hace que estos síntomas sean prácticamente constantes en cualquier momento del periodo de gestación. Este es el tratamiento de la hiperémesis gravídica en el embarazo.

¿Cómo afecta al bebé la hiperémesis gravídica?

Si la hiperémesis gravídica es diagnosticada como aguda o grave esto puede suponer una serie de complicaciones durante el embarazo y afectar a tu bebé. Los riesgos de la hiperémesis gravídica en el embarazo pueden llegar a afectar al feto en los casos más extremos.

La hiperémesis gravídica se define de manera variable como vómitos en el embarazo lo suficiente graves como para producir pérdida de peso, deshidratación, acidosis, alcalosis e hipopotasemia, en algunas mujeres aparece disfunción hepática transitoria. Todas estas complicaciones pueden significar que el bebé no se desarrolle adecuadamente.

Si la madre pierde mucho peso es probable que el niño nazca también con un peso por debajo de lo normal e incluso antes de tiempo. Por ello, debes aprender a identificar los síntomas de la hiperémesis gravídica y evitar que esta molestia agrave tu estado de salud y la del bebé.

¿Cómo tratar la hiperémesis gravidarum?

Si esta complicación del embarazo no es tratada de forma adecuada, puede causar complicaciones en la salud de la mujer, como úlceras estomacales, depresión, pérdida severa de peso, trastornos hepáticos o enfermedad en la vesícula biliar. Por este motivo, es importante seguir unos cuidados para que la hiperémesis gravídica esté controlada.

En el caso del tratamiento de la hiperémesis gravídica en el embarazo, existen varios medicamentos que pueden ayudar a minimizar los vómitos y estabilizar a la madre. Algunos son:

• Antihistamínicos: aparte de sus efectos para combatir la alergia, los antihistamínicos son capaces de disminuir la excitación del centro del vómito en el cerebro.
• Vitamina B6: alivia las náuseas y además se puede suministrar en inyección si la madre vomita con tanta frecuencia que administrarla por vía oral no resulta eficaz. Por ello, la ingesta de esta vitamina en la gestación puede formar parte del tratamiento de la hiperémesis gravídica en el embarazo.
• Fenotiazina: es un medicamento del grupo de los antiepilépticos, que produce una “relajación” del sistema nervioso, de manera que así se regula la hiperexcitación del centro del vómito cerebral.
• Metoclopramida: tiene varios efectos en el tubo digestivo. Aumenta el tono muscular del cardias en la unión esófago-estómago, relaja el píloro que es el esfínter entre el estómago y el intestino delgado, y aumenta la cinética gástrica. Como incrementa la velocidad a la que se vacía el estómago, desaparece la posibilidad de vomitar.
• Antiácidos: eliminan el ácido que segrega el estómago. No solucionan los vómitos, pero alivian el ardor que siente la madre entre uno y otro, y pueden evitar las náuseas.

Recuerda que no debes automedicarte ni tratar este tipo de complicaciones mientras estás embarazada, debes acudir a tu especialista y seguir todas sus indicaciones para que el tratamiento de la hiperemésis gravidarum sea efectivo y no afecte al bebé.

Por otro lado, te aconsejamos repasar los siguientes 9 tips para evitar los vómitos durante el embarazo y evitar esta molestia tan propia de la gestación. Además existen una serie de alimentos que pueden ayudarte a disminuir tus náuseas.

¿Cuándo puedo tomar jengibre en el embarazo?

Además de todos estos fármacos, que actúan directamente sobre las náuseas y los vómitos, se deben tratar las complicaciones derivadas de la hiperémesis gravídica, es decir, la deshidratación y la desnutrición, que ocurren con bastante frecuencia y son las que determinan la gravedad de esta enfermedad.

La hiperémesis gravídica con deshidratación necesita la colocación de una vía venosa por donde se suministran sueros que regulan el medio interno de la paciente, con el fin de disminuir la deshidratación. Cuando se han recuperado unas constantes vitales adecuadas, se puede sustituir la vía venosa por la vía oral. Se suelen tardar unas 24-48 horas para pasar a la vía oral. Después, la paciente sólo podrá tomar bebidas isotónicas hasta que esté completamente regulada.

A parte de todas estas medidas médicas, siempre será importante el apoyo psicológico de la mujer que padezca hiperémesis gravídica para evitar males mayores como la ansiedad y la depresión.

El tratamiento de la hiperémesis gravídica en el embarazo ha de estar siempre controlada por tu médico especialista.