El virus de papiloma humano durante el embarazo debilita el sistema inmunológico, VPH como también se le conoce, es una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes a nivel mundial. Debes saber que no existe tratamiento del virus del papiloma humano, sin embargo puedes tomar medidas para evitar la extensión de las lesiones del VPH.
Al escuchar la frase "transmisión sexual" lo primero que viene a la cabeza de cualquiera es que no se cura. Y lamentablemente, esto es lo que sucede con el VPH. No existe aún ningún tratamiento que otorgue una cura definitiva. Una vez que te contagias con este virus no hay forma de quitarlo de tu cuerpo.
A pesar de prevenir el desarrollo de las ETS en el embarazo, son muchas son las que tienen el virus, pero, nunca desarrollan ningún síntoma que permita diagnosticarlo. En aquellos que si aparecen síntomas las verrugas son lo principal.
Estas excrecencias cutáneas aparecen en la región genital de hombre y mujeres, alrededor del ano y en el pubis. En las mujeres incluso pueden existir verrugas intravaginales, o en el cuello uterino.
Se pueden disminuir las lesiones que causan la enfermedad, pero nunca eliminar el virus.
Para mejorar la estéticamente a quien lo sufre existen diversas opciones:
Tras unas pocas sesiones, o única sesión si hablamos de cirugía, ya no tendrás las molestas verrugas. Sin embargo, es probable que ellas vuelvan a aparecer en algún momento y debas volver a someterte a estos tratamientos. Recuerda que el virus permanece latente en tu interior y cuando encuentre el estímulo adecuado volverá a aparecer.
Después de las terapias el pueden quedar algunas lesiones residuales. Tal es el caso de manchas o cicatrices.
En el embarazo, debido al nuevo equilibrio hormonal es probable que aparezcan las lesiones verrugosas. Estas pueden ir creciendo a lo largo de la gestación y tornarse bastante molestas.
Si la futura madre quiere eliminarlas, puede hacerlo con crioterapia o electrobisturí. Pero, la verdad, no es recomendable hacerlo en esta etapa porque la tendencia a una nueva aparición es muy grande.
En la gestación, la tendencia es dejar las lesiones y prevenir el contagio del bebé. Para esto es necesario recurrir a una cesárea, de esta forma el niño no tendrá contacto con las verrugas y disminuye el riesgo de contagio.
Algunas bibliografías señalan la posibilidad de contagio transplacentario. Esto es imposible de evitar, ya que no hay tratamiento sistémico contra el virus. El parto de la cesárea segmentaria es en especial importante cuando las lesiones de VPH son:
Existen diversos tipos de virus del VPH son aproximadamente más de 100, de esos tipos de virus existen 30 (aproximadamente) que pueden ocasionar cáncer de cuello uterino. Esto inicia con lesiones precancerosas que con el tiempo se transforman en células malignas.
La mejor forma de prevenir este cáncer es evitando el contagio con el virus. Pero, si ya lo tienes, lo que debes hacer es mantenerte en control regular. Es decir, aquí no sólo importa eliminar las verrugas, es necesario ir al ginecólogo al menos una vez al año para un chequeo general. Y si tienes planes de quedar embarazada, más debes controlarte.
Las células precancerosas se diagnostican en la citología. Una prueba de rutina, poco invasiva e indolora que realiza el ginecólogo.
Al descubrir estos cambios celulares precoces se puede realizar un tratamiento ablativo 100% efectivo. Así que ya sabes, no hay que pasar por alto la citología anual, mucho menos si tienes VPH. Esta prueba podría salvarte la vida.
El virus de papiloma humano durante el embarazo debilita el sistema inmunológico, VPH como también se le conoce, es una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes a nivel mundial. Debes saber que no existe tratamiento del virus del papiloma humano, sin embargo puedes tomar medidas para evitar la extensión de las lesiones del VPH.
Al escuchar la frase "transmisión sexual" lo primero que viene a la cabeza de cualquiera es que no se cura. Y lamentablemente, esto es lo que sucede con el VPH. No existe aún ningún tratamiento que otorgue una cura definitiva. Una vez que te contagias con este virus no hay forma de quitarlo de tu cuerpo.
A pesar de prevenir el desarrollo de las ETS en el embarazo, son muchas son las que tienen el virus, pero, nunca desarrollan ningún síntoma que permita diagnosticarlo. En aquellos que si aparecen síntomas las verrugas son lo principal.
Estas excrecencias cutáneas aparecen en la región genital de hombre y mujeres, alrededor del ano y en el pubis. En las mujeres incluso pueden existir verrugas intravaginales, o en el cuello uterino.
Se pueden disminuir las lesiones que causan la enfermedad, pero nunca eliminar el virus.
Para mejorar la estéticamente a quien lo sufre existen diversas opciones:
Tras unas pocas sesiones, o única sesión si hablamos de cirugía, ya no tendrás las molestas verrugas. Sin embargo, es probable que ellas vuelvan a aparecer en algún momento y debas volver a someterte a estos tratamientos. Recuerda que el virus permanece latente en tu interior y cuando encuentre el estímulo adecuado volverá a aparecer.
Después de las terapias el pueden quedar algunas lesiones residuales. Tal es el caso de manchas o cicatrices.
En el embarazo, debido al nuevo equilibrio hormonal es probable que aparezcan las lesiones verrugosas. Estas pueden ir creciendo a lo largo de la gestación y tornarse bastante molestas.
Si la futura madre quiere eliminarlas, puede hacerlo con crioterapia o electrobisturí. Pero, la verdad, no es recomendable hacerlo en esta etapa porque la tendencia a una nueva aparición es muy grande.
En la gestación, la tendencia es dejar las lesiones y prevenir el contagio del bebé. Para esto es necesario recurrir a una cesárea, de esta forma el niño no tendrá contacto con las verrugas y disminuye el riesgo de contagio.
Algunas bibliografías señalan la posibilidad de contagio transplacentario. Esto es imposible de evitar, ya que no hay tratamiento sistémico contra el virus. El parto de la cesárea segmentaria es en especial importante cuando las lesiones de VPH son:
Existen diversos tipos de virus del VPH son aproximadamente más de 100, de esos tipos de virus existen 30 (aproximadamente) que pueden ocasionar cáncer de cuello uterino. Esto inicia con lesiones precancerosas que con el tiempo se transforman en células malignas.
La mejor forma de prevenir este cáncer es evitando el contagio con el virus. Pero, si ya lo tienes, lo que debes hacer es mantenerte en control regular. Es decir, aquí no sólo importa eliminar las verrugas, es necesario ir al ginecólogo al menos una vez al año para un chequeo general. Y si tienes planes de quedar embarazada, más debes controlarte.
Las células precancerosas se diagnostican en la citología. Una prueba de rutina, poco invasiva e indolora que realiza el ginecólogo.
Al descubrir estos cambios celulares precoces se puede realizar un tratamiento ablativo 100% efectivo. Así que ya sabes, no hay que pasar por alto la citología anual, mucho menos si tienes VPH. Esta prueba podría salvarte la vida.
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