Las mujeres embarazadas continúan desarrollando sus actividades con total normalidad, pero siempre tomando ciertas precauciones sobre su salud. No todos tus hábitos se mantendrán durante esta etapa, recuerda que en tu vientre llevas una nueva vida.

Si eras asidua concurrente a las saunas o baños termales necesitas cambiar tu rutina durante los siguientes 9 meses. El calor excesivo podría afectar el desarrollo del bebé.

La aromaterapia aún con todos sus efectos positivos, suele ser perjudicial para una mujer embarazada, aceites esenciales como la mirra, tomillo, hinojo o albahaca ocasionarían anomalías en el bebé.

Por su parte, la reflexología, conocida como el masaje dado comúnmente en los pies para aliviar el dolor en distintos órganos del cuerpo; es también contraindicada en el embarazo porque se piensa estimula las contracciones.

Finalmente los tratamientos a la piel son de los más solicitados durante el embarazo, debido a los cambios hormonales que producen acné, o manchas en el rostro. En cuanto a los faciales se recomienda solo los realizados con componentes  naturales o en centros de belleza seguros (Spas). Los faciales con corriente galvánica en el primer trimestre no son recomendables.

Respecto a los problemas de acné, se conocen como seguras  cremas con ácido glicólico o azelaico, mientras medicamentos con Retin-A, otros retinoides y ácido salicílico deben evitarse. En cualquier caso consulta con tu médico antes  de iniciar algún tratamiento.