Planear un viaje durante el embarazo es muy distinto en función del tipo de viaje que escoja la futura mamá.

Los viajes de ocio y descanso deben organizarse con antelación, evitando las zonas geográficas que presenten riesgo de enfermedades infecciosas. Aunque el objetivo del viaje sea relajarse y descansar, es importante para la embarazada mantener una actividad física moderada, con tablas de ejercicios tonificantes y estiramientos a realizar durante al menos 20 minutos cada día.

Los viajes de aventura no están especialmente indicados durante el embarazo, sin embargo, esto no quiere decir que no se deban realizar, siempre que se tomen las precauciones necesarias. Lo primero es valorar la asistencia médica en el lugar de destino y asegurarse de que la embarazada podrá ser atendida en todo momento (en ocasiones y para determinados destinos es conveniente contratar un seguro sanitario adicional).

En cuanto a la actividad deportiva, durante el embarazo es desaconsejable practicar deportes que impliquen riesgo de caída (deportes extremos) o los potencialmente peligrosos para el feto (submarinismo).

Los viajes de trabajo deben planificarse de antemano siempre que sea posible, eligiendo un horario que te permita disponer de tiempo de descanso. Al realizar un viaje de trabajo embarazada debes extremar la higiene personal y no descuidar la hidratación. ¡Cuidado con las comidas de trabajo! Intenta mantener tu dieta sana habitual, evitando los atracones y aperitivos que te puedan sentar mal.

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