El líquido amniótico es un fluido esencial en el desarrollo del feto durante el embarazo. Tu bebé desempeña un papel esencial a la hora de mantener la cantidad de líquido amniótico adecuada, ya que es a partir del segundo trimestre del embarazo, cuando empieza a tragar el líquido y excreta orina, reciclando el volumen total de este fluido cada pocas horas. En los últimos tres meses, los niveles de líquido amniótico aumentan y, alrededor de la semana 34, comienzan a dismimuir de cara al momento del parto. Aunque ocurre en el 1% de los embarazos, es posible que algunas mujeres tengan un exceso de líquido amniótico en el embarazo, lo cual recibe el nombre de polihidramnios. ¿Qué hacer si tienes mucho líquido amniótico? Sigue leyendo para conocer la información que necesitas sobre esta complicación.
Si tu útero crece de una forma más rápida de lo habitual, es probable que tu médico sospeche de un aumento del líquido amniótico. También podrías detectarlo tú misma si comienzas a tener malestar abdominal, dolor de espalda intenso o notes que no puedes respirar correctamente. Tu médico te realizará una ecografía para medir los focos más grandes de líquido amniótico y calculará el volumen del fluido que se encuentra en la placenta. Generalmente, el nivel normal de líquido amniótico se sitúa entre 5 y 25 centímetros en el tercer trimestre, por lo que si superaras esta cifra, estaríamos ante un caso de polihidramnios.
¿Qué causas pueden estar detrás del exceso de líquido amniótico? Aunque en ocasiones ni los especialistas pueden encontrar una causa que explique a ciencia cierta el aumento de líquido amniótico en el embarazo, pues esto puede ocurrir en cualquier momento de la gestación, es importante que avises a tu doctor si crees que tienes mucho líquido amniótico. Las causas que pueden estar detrás de un nivel alto de líquido amniótico son las siguientes:
Si tienes mucho líquido amniótico, tu médico te realizará una ecografía de alta resolución para verificar que no se han producido otras anomalías y una amniocentesis para descartar posibles infecciones o anomalías congénitas. Con ello, deberás asistir a controles médicos estrictos que descarten la posibilidad de sufrir un parto prematuro y puede que te realicen, además, pruebas para descartar la diabetes gestacional.
Durante el parto, los médicos te observarán con atención, ya que tener un exceso de líquido amniótico genera un mayor riesgo de padecer un prolapso del cordón umbilical (es decir, que el cordón descienda por el cuello del útero antes que el bebé) o un desprendimiento de la placenta. Ambas complicaciones requieren realizar una cesárea de inmediato. No olvides consultar con tu médico cualquier duda que tengas sobre el aumento del líquido amniótico.
El líquido amniótico es un fluido esencial en el desarrollo del feto durante el embarazo. Tu bebé desempeña un papel esencial a la hora de mantener la cantidad de líquido amniótico adecuada, ya que es a partir del segundo trimestre del embarazo, cuando empieza a tragar el líquido y excreta orina, reciclando el volumen total de este fluido cada pocas horas. En los últimos tres meses, los niveles de líquido amniótico aumentan y, alrededor de la semana 34, comienzan a dismimuir de cara al momento del parto. Aunque ocurre en el 1% de los embarazos, es posible que algunas mujeres tengan un exceso de líquido amniótico en el embarazo, lo cual recibe el nombre de polihidramnios. ¿Qué hacer si tienes mucho líquido amniótico? Sigue leyendo para conocer la información que necesitas sobre esta complicación.
Si tu útero crece de una forma más rápida de lo habitual, es probable que tu médico sospeche de un aumento del líquido amniótico. También podrías detectarlo tú misma si comienzas a tener malestar abdominal, dolor de espalda intenso o notes que no puedes respirar correctamente. Tu médico te realizará una ecografía para medir los focos más grandes de líquido amniótico y calculará el volumen del fluido que se encuentra en la placenta. Generalmente, el nivel normal de líquido amniótico se sitúa entre 5 y 25 centímetros en el tercer trimestre, por lo que si superaras esta cifra, estaríamos ante un caso de polihidramnios.
¿Qué causas pueden estar detrás del exceso de líquido amniótico? Aunque en ocasiones ni los especialistas pueden encontrar una causa que explique a ciencia cierta el aumento de líquido amniótico en el embarazo, pues esto puede ocurrir en cualquier momento de la gestación, es importante que avises a tu doctor si crees que tienes mucho líquido amniótico. Las causas que pueden estar detrás de un nivel alto de líquido amniótico son las siguientes:
Si tienes mucho líquido amniótico, tu médico te realizará una ecografía de alta resolución para verificar que no se han producido otras anomalías y una amniocentesis para descartar posibles infecciones o anomalías congénitas. Con ello, deberás asistir a controles médicos estrictos que descarten la posibilidad de sufrir un parto prematuro y puede que te realicen, además, pruebas para descartar la diabetes gestacional.
Durante el parto, los médicos te observarán con atención, ya que tener un exceso de líquido amniótico genera un mayor riesgo de padecer un prolapso del cordón umbilical (es decir, que el cordón descienda por el cuello del útero antes que el bebé) o un desprendimiento de la placenta. Ambas complicaciones requieren realizar una cesárea de inmediato. No olvides consultar con tu médico cualquier duda que tengas sobre el aumento del líquido amniótico.
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