Las hemorroides son una complicación común durante el embarazo, causan considerable molestia y malestar. Se suelen producir durante el último trimestre del embarazo e inmediatamente después del parto.  Se cree que las hemorroides son complicaciones del  enlentecimiento del retorno venoso asociado con el agrandamiento del útero por el embarazo, además del incremento de la presión dentro del abdomen materno.

El estreñimiento junto con el mayor esfuerzo para defecar, agrava esta alteración.  El síntoma más urgente que aparece es el dolor.  Las embarazadas con esta molestia pueden llegar a observar sangre en el papel higiénico o cubriendo la materia fecal.  Sientes malestar y picazón de la región del ano y de ser necesario, se pueden reducir fácilmente mediante aplicación de una leve presión.

El aumento de consumo de fibra en la dieta, junto con la ingesta adecuada de líquido y el ejercicio ayudan a prevenir el estreñimiento y las hemorroides.  No obstante una vez han aparecido, estos métodos no constituyen un tratamiento suficiente.

Las hemorroides se tratan mejor con baños de asiento fríos para reducir la hinchazón y la inflamación. También resultan útiles el reposo en cama y una pomada analgésica.  Muchas mujeres logran alivio, adoptando la posición genupectoral.

Las cremas y los supositorios antihemorroidales astringentes de venta libre que contengan hidrocortisona pueden ayudar a reducir la hinchazón y la picazón asociado a las hemorroides.  Las cremas que contienen solo emolientes y astringentes no han demostrado un valor probado en el tratamiento de las hemorroides.  De manera similar no está probado el efecto del tratamiento con la inyección de fenol.

Las hemorroides inflamadas y trombosadas pueden precisar un tratamiento con incisión y evacuación del coágulo. Este es un procedimiento ambulatorio que no reviste de peligro alguno para el embarazo.