La naturaleza es muy caprichosa. Tal es así, que puede hacer coincidir un embarazo con la lactancia materna de otro hijo. Esta situación sume en un mar de dudas a las madres que tienen que practicar lo que se conoce como lactancia en tándem. Estos son los beneficios y problemas de dar el pecho durante el embarazo o tras un embarazo múltiple.
La lactancia materna en tándem es aquella que se produce al tiempo que se desarrolla un nuevo embarazo. Es decir, la mujer está dando de mamar a uno de sus hijos mientras se ha quedado embarazada de otro. Esta situación puede hacer coincidir la lactancia materna con la crianza de ambos niños tras el segundo parto o bien darse después del nacimiento de gemelos, mellizos, trillizos, etc.
Si tenemos que hablar de los riesgos y problemas de la lactancia en tándem, hemos de decir que, por lo general, esta práctica no implica ningún peligro ni para la mujer ni para el feto. Es cierto que la liberación de oxitocina durante la lactancia materna podría causar contracciones en el útero. Pero, salvo que no exista riesgo de aborto la madre podría continuar dando el pecho.
Por otro lado, el hermano mayor no le está robando leche materna a su hermano pequeño. La leche materna se sigue produciendo. En algunas mujeres esta producción puede ser mucho menor, por lo que habría que aumentar el número de tomas o combinarlas con la lactancia artificial. Esto hace que el 60% de los niños se desteten durante el embarazo de su madre, ya que a partir del cuarto mes de gestación es cuando más baja la producción de leche materna.
En definitiva, la lactancia en tándem no alterna el desarrollo ni el nacimiento del bebé, ni tampoco la alimentación de éste cuando sea compartida con su otro hermano.
Estamos ante un caso en que nos encontramos con madres mucho más experimentadas. Esto ya supone una gran ventaja. Los sentimientos y las emociones suelen contralarse mejor. Ya no son una sorpresa los cambios hormonales, por lo que no existe la ansiedad de la madre primeriza.
Otros beneficios de la lactancia en tándem son:
Ser madre es una aventura maravillosa llena de retos. Uno de ellos es la lactancia en tándem de la cual muchas mujeres hablan como todo un acontecimiento.
La naturaleza es muy caprichosa. Tal es así, que puede hacer coincidir un embarazo con la lactancia materna de otro hijo. Esta situación sume en un mar de dudas a las madres que tienen que practicar lo que se conoce como lactancia en tándem. Estos son los beneficios y problemas de dar el pecho durante el embarazo o tras un embarazo múltiple.
La lactancia materna en tándem es aquella que se produce al tiempo que se desarrolla un nuevo embarazo. Es decir, la mujer está dando de mamar a uno de sus hijos mientras se ha quedado embarazada de otro. Esta situación puede hacer coincidir la lactancia materna con la crianza de ambos niños tras el segundo parto o bien darse después del nacimiento de gemelos, mellizos, trillizos, etc.
Si tenemos que hablar de los riesgos y problemas de la lactancia en tándem, hemos de decir que, por lo general, esta práctica no implica ningún peligro ni para la mujer ni para el feto. Es cierto que la liberación de oxitocina durante la lactancia materna podría causar contracciones en el útero. Pero, salvo que no exista riesgo de aborto la madre podría continuar dando el pecho.
Por otro lado, el hermano mayor no le está robando leche materna a su hermano pequeño. La leche materna se sigue produciendo. En algunas mujeres esta producción puede ser mucho menor, por lo que habría que aumentar el número de tomas o combinarlas con la lactancia artificial. Esto hace que el 60% de los niños se desteten durante el embarazo de su madre, ya que a partir del cuarto mes de gestación es cuando más baja la producción de leche materna.
En definitiva, la lactancia en tándem no alterna el desarrollo ni el nacimiento del bebé, ni tampoco la alimentación de éste cuando sea compartida con su otro hermano.
Estamos ante un caso en que nos encontramos con madres mucho más experimentadas. Esto ya supone una gran ventaja. Los sentimientos y las emociones suelen contralarse mejor. Ya no son una sorpresa los cambios hormonales, por lo que no existe la ansiedad de la madre primeriza.
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