Un buen masaje siempre es bienvenido, pero si estás embarazada necesitas tomar ciertas precauciones antes de animarte a disfrutarlos. En elembarazo.net te damos los siguientes consejos:
En el primer trimestre los masajes en el vientre, en la zona lumbar o la manipulación en las articulaciones están contraindicados; en realidad todo contacto debe hacerse con mucha delicadeza debido a la “fragilidad” que adquirirá tu cuerpo. Los cambios físicos, psíquicos y hormonales serán algunos de ellos.
Durante este periodo es posible recibir masajes en el embarazo en los hombros, en la zona cervical, pies o piernas. Se recomienda como en cualquier otro caso, ser tratada por un especialista.
Cuando estés en el segundo y tercer trimestre la postura adoptada para los masajes necesita ser la más cómoda. Una opción puede ser sentada en una silla baja, mientras los hombros y cabeza permanecen apoyados sobre algo blando.
La posición más empleada es tendida sobre la camilla boca arriba. Se realiza un masaje en el vientre y se reduce la presión abdominal cuando la gestante eleva sus piernas flexionando sus rodillas.
Echada sobre una camilla lo recomendable es colocarte de costado sobre el lado izquierdo, cuidando no presionar la vena cava, o alterar el intercambio útero- placentario (su alteración interfiere en la respiración del feto).
Estas son solo algunas recomendaciones, consulta con tu médico o con un fisioterapeuta para que te asesore y resuelva todas tus dudas.
Un buen masaje siempre es bienvenido, pero si estás embarazada necesitas tomar ciertas precauciones antes de animarte a disfrutarlos. En elembarazo.net te damos los siguientes consejos:
En el primer trimestre los masajes en el vientre, en la zona lumbar o la manipulación en las articulaciones están contraindicados; en realidad todo contacto debe hacerse con mucha delicadeza debido a la “fragilidad” que adquirirá tu cuerpo. Los cambios físicos, psíquicos y hormonales serán algunos de ellos.
Durante este periodo es posible recibir masajes en el embarazo en los hombros, en la zona cervical, pies o piernas. Se recomienda como en cualquier otro caso, ser tratada por un especialista.
Cuando estés en el segundo y tercer trimestre la postura adoptada para los masajes necesita ser la más cómoda. Una opción puede ser sentada en una silla baja, mientras los hombros y cabeza permanecen apoyados sobre algo blando.
La posición más empleada es tendida sobre la camilla boca arriba. Se realiza un masaje en el vientre y se reduce la presión abdominal cuando la gestante eleva sus piernas flexionando sus rodillas.
Echada sobre una camilla lo recomendable es colocarte de costado sobre el lado izquierdo, cuidando no presionar la vena cava, o alterar el intercambio útero- placentario (su alteración interfiere en la respiración del feto).
Estas son solo algunas recomendaciones, consulta con tu médico o con un fisioterapeuta para que te asesore y resuelva todas tus dudas.
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