Durante la gestación las defensas de la mujer pueden descender. ¿A qué se debe este cambio? lo primero que debes saber es que tener los linfocitos bajos en el embarazo es algo habitual. Es parte del proceso natural del periodo de gestación. No obstante, es importante tener un control óptimo del sistema inmunológico si estás embarazada para evitar posibles complicaciones mayores. Estas son las causas de los linfocitos bajos en el embarazo.
Lo cierto es que el sistema inmunológico de la mujer se deprime como efecto secundario del propio embarazo. Esto sucede para que el cuerpo de la embarazada no rechace la nueva vida que está creciendo en su interior, ya que tiene antígenos procedentes del padre que son diferentes a los de la madre. De este modo, los linfocitos, que son los encargados de la eliminación de células anormales, se ven reducidos por el bien del feto. En consecuencia, la analítica de sangre del embarazo puede reflejar unos niveles de linfocitos bajos.
La bajada de linfocitos en el embarazo no es una enfermedad en sí. Se trata de un mecanismo de adaptación del cuerpo de la mujer para proteger la nueva vida que se está formando en su interior.
Por otro lado, este descenso también se ve producido por los cambios hormonales del embarazo. Las hormonas que elevan su producción son:
De igual manera, los linfocitos bajos en la mujer embarazada pueden estar causados por otros motivos, tales como:
Teniendo en cuenta que por naturaleza las defensas de la mujer embarazada son más habituales de lo normal, es importante tener bajo control estas otras circunstancias para no deprimir demasiado su sistema inmunológico.
El diagnóstico de linfocitos bajos se realiza tras una prueba hematológica. Es decir, mediante un análisis de sangre. Si te sientes mal, más decaída de lo normal o con fiebre no dudes en acudir a tu médico.
El tratamiento para combatir el nivel bajo de linfocitos en la mujer embarazada dependerá del origen del mismo. Lo primero que se ha de determinar es si esta bajada es únicamente producida por el estado de gestación o si hay causas más importantes para ello como las anteriormente mencionadas.
En los casos en los que la linfopenia sea leve y causada únicamente por el embarazo no se suele aplicar tratamiento alguno, ya que esta situación suele revertirse por sí misma. Si esta bajada de linfocitos se debe a una enfermedad mayor el médico tratará de seguir un tratamiento específico para combatir dicha dolencia.
Si tienes los leucocitos bajos estando embarazada es importante saber el origen de esta causa. Si por ejemplo tienes falta de vitaminas o ácido fólico el especialista podrá recetarte un refuerzo de las mismas. Asimismo, puedes mejorar tu manera de alimentarte para darle a tu sistema inmune todo aquello que necesita. Además, es importante que si planeas quedarte embarazada dejes de fumar, beber y tomar ciertos medicamentos que pueden acelerar la bajada de tus linfocitos.
Pide consejo a tu médico y déjate guiar por sus consejos. Recuerda que tu propia salud es fundamental para la correcta gestación de tu hijo. Hazte revisiones médicas periódicas para conocer tus niveles en sangre de linfocitos. Vigila tu alimentación y evita situaciones de estrés. No te preocupes demasiado porque esta es una complicación habitual dentro del embarazo.
Durante la gestación las defensas de la mujer pueden descender. ¿A qué se debe este cambio? lo primero que debes saber es que tener los linfocitos bajos en el embarazo es algo habitual. Es parte del proceso natural del periodo de gestación. No obstante, es importante tener un control óptimo del sistema inmunológico si estás embarazada para evitar posibles complicaciones mayores. Estas son las causas de los linfocitos bajos en el embarazo.
Lo cierto es que el sistema inmunológico de la mujer se deprime como efecto secundario del propio embarazo. Esto sucede para que el cuerpo de la embarazada no rechace la nueva vida que está creciendo en su interior, ya que tiene antígenos procedentes del padre que son diferentes a los de la madre. De este modo, los linfocitos, que son los encargados de la eliminación de células anormales, se ven reducidos por el bien del feto. En consecuencia, la analítica de sangre del embarazo puede reflejar unos niveles de linfocitos bajos.
La bajada de linfocitos en el embarazo no es una enfermedad en sí. Se trata de un mecanismo de adaptación del cuerpo de la mujer para proteger la nueva vida que se está formando en su interior.
Por otro lado, este descenso también se ve producido por los cambios hormonales del embarazo. Las hormonas que elevan su producción son:
De igual manera, los linfocitos bajos en la mujer embarazada pueden estar causados por otros motivos, tales como:
Teniendo en cuenta que por naturaleza las defensas de la mujer embarazada son más habituales de lo normal, es importante tener bajo control estas otras circunstancias para no deprimir demasiado su sistema inmunológico.
El diagnóstico de linfocitos bajos se realiza tras una prueba hematológica. Es decir, mediante un análisis de sangre. Si te sientes mal, más decaída de lo normal o con fiebre no dudes en acudir a tu médico.
El tratamiento para combatir el nivel bajo de linfocitos en la mujer embarazada dependerá del origen del mismo. Lo primero que se ha de determinar es si esta bajada es únicamente producida por el estado de gestación o si hay causas más importantes para ello como las anteriormente mencionadas.
En los casos en los que la linfopenia sea leve y causada únicamente por el embarazo no se suele aplicar tratamiento alguno, ya que esta situación suele revertirse por sí misma. Si esta bajada de linfocitos se debe a una enfermedad mayor el médico tratará de seguir un tratamiento específico para combatir dicha dolencia.
Si tienes los leucocitos bajos estando embarazada es importante saber el origen de esta causa. Si por ejemplo tienes falta de vitaminas o ácido fólico el especialista podrá recetarte un refuerzo de las mismas. Asimismo, puedes mejorar tu manera de alimentarte para darle a tu sistema inmune todo aquello que necesita. Además, es importante que si planeas quedarte embarazada dejes de fumar, beber y tomar ciertos medicamentos que pueden acelerar la bajada de tus linfocitos.
Pide consejo a tu médico y déjate guiar por sus consejos. Recuerda que tu propia salud es fundamental para la correcta gestación de tu hijo. Hazte revisiones médicas periódicas para conocer tus niveles en sangre de linfocitos. Vigila tu alimentación y evita situaciones de estrés. No te preocupes demasiado porque esta es una complicación habitual dentro del embarazo.
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