Todo lo que te ayude a sentirte mejor, a minimizar las molestias propias de tu estado, es bienvenido a este espacio. Evidentemente, mejor si se trata de medidas naturales y siempre que el médico no nos diga lo contrario. En este sentido, uno de tus mejores aliados son los distintos tipos de masajes para embarazadas, específicos y adaptados a tus necesidades en este momento.
El objetivo de los masajes en el embarazo es común en cualquiera de sus modalidades, mitigar las posibles secuelas que las embarazadas experimentan como consecuencia de los constantes cambios físicos y psicológicos que van viviendo. Por eso, al hablar de clases de masajes en el embarazo en esta ocasión vamos a agruparlos atendiendo al problema concreto que solucionan. Con una primera indicación, de forma general se recomienda comenzar con cualquier masaje a partir del tercer mes del embarazo, no antes. Ahora te explicamos todos los matices.
Los masajes son, durante estos meses, sesiones de mimos extra para ti y para tu bebé. Se deben realizar siempre con suavidad, en un entorno tranquilo y cómodo, con garantías de que estamos en manos de terapeutas experimentados. Estás son las premisas que se deben tener en cuenta para hablar de los mejores masajes, los que te reportan más beneficios.
Además, buscaremos que nos relajen y revitalicen, mejoren nuestros problemas circulatorios y musculares, ayuden a combatir la retención de líquidos en el embarazo y la inflamación de las extremidades o articulaciones y aumenten nuestra flexibilidad. Sin olvidarnos de que contribuyen a reducir las náuseas, mareos y problemas digestivos. Aunque no lo creas, hay tipos de masajes para embarazadas concretos para cada una de estas realidades.
Los expertos consultados son unánimes, existen múltiples beneficios de los masajes para embarazadas y citan básicamente 4 tipos de masajes en el embarazo. Son los siguientes:
Por último, no podemos olvidarnos del masaje perineal recomendado a partir de la semana 35, ya que prepara para un parto más cómodo, fortaleciendo esa zona para evitar la temida episiotomía. Con este finaliza este repaso de los principales tipos de masajes para embarazadas. ¡Empieza por el que más te seduzca, pero pruébalos todos!
Todo lo que te ayude a sentirte mejor, a minimizar las molestias propias de tu estado, es bienvenido a este espacio. Evidentemente, mejor si se trata de medidas naturales y siempre que el médico no nos diga lo contrario. En este sentido, uno de tus mejores aliados son los distintos tipos de masajes para embarazadas, específicos y adaptados a tus necesidades en este momento.
El objetivo de los masajes en el embarazo es común en cualquiera de sus modalidades, mitigar las posibles secuelas que las embarazadas experimentan como consecuencia de los constantes cambios físicos y psicológicos que van viviendo. Por eso, al hablar de clases de masajes en el embarazo en esta ocasión vamos a agruparlos atendiendo al problema concreto que solucionan. Con una primera indicación, de forma general se recomienda comenzar con cualquier masaje a partir del tercer mes del embarazo, no antes. Ahora te explicamos todos los matices.
Los masajes son, durante estos meses, sesiones de mimos extra para ti y para tu bebé. Se deben realizar siempre con suavidad, en un entorno tranquilo y cómodo, con garantías de que estamos en manos de terapeutas experimentados. Estás son las premisas que se deben tener en cuenta para hablar de los mejores masajes, los que te reportan más beneficios.
Además, buscaremos que nos relajen y revitalicen, mejoren nuestros problemas circulatorios y musculares, ayuden a combatir la retención de líquidos en el embarazo y la inflamación de las extremidades o articulaciones y aumenten nuestra flexibilidad. Sin olvidarnos de que contribuyen a reducir las náuseas, mareos y problemas digestivos. Aunque no lo creas, hay tipos de masajes para embarazadas concretos para cada una de estas realidades.
Los expertos consultados son unánimes, existen múltiples beneficios de los masajes para embarazadas y citan básicamente 4 tipos de masajes en el embarazo. Son los siguientes:
Por último, no podemos olvidarnos del masaje perineal recomendado a partir de la semana 35, ya que prepara para un parto más cómodo, fortaleciendo esa zona para evitar la temida episiotomía. Con este finaliza este repaso de los principales tipos de masajes para embarazadas. ¡Empieza por el que más te seduzca, pero pruébalos todos!
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