Quizá te sobresalten las ansias de crear las más extrañas combinaciones de alimentos. Suele pasar durante el embarazo: tu estómago te sugiere lo que nunca imaginaste comer pero luego de dar a luz te olvidas de aquellos antojitos, muchas veces ni los quieres volver a ver.
Según nutricionistas y especialistas entendidos en el tema las causas de su aparición están más ligadas a los cambios hormonales en la mujer que a los desordenes alimenticios propios del embarazo y como una causa externa se suma el factor emocional, ya que la falta de amor en su entorno familiar podría desencadenar ansiedad por la comida.
Para sortear los excesos que los antojos pueden ocasionar en tu cuerpo te sugerimos alimentarte con 5 ó 6 porciones de nutrientes y así ir reemplazando poco a poco los antojitos subidos en calorías por aquellos que si te benefician.
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La fruta siempre es bienvenida. Mantén en el refrigerador una reserva importante, justo para ir al estómago: lavada y cortada.
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Las verduras en una rica combinación. Apio y zanahoria bañados en yogur o crema de queso.
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Incluye los frutos secos (almendras, castañas, nueces) o los cereales (pan, tostadas, galletas) combinados con leche o yogurt.
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Prueba con rápidos emparedados a base de verduras como la lechuga, tomate; acompañada de pollo deshilachado, pavo y otra carne de tu gusto. Acompáñalo con pan integral.
