Generalmente, los antojos suelen darse con alimentos muy específicos y comidas determinadas a las que quizá antes no prestábamos una atención excesiva. Los helados, el chocolate, los dulces, los lácteos, las frutas ácidas o la comida muy condimentada suelen ser antojos recurrentes. En ocasiones, a las embarazadas pueden apetecerles alimentos poco frecuentes o combinaciones y mezclas de ingredientes y sabores que sorprenden por su singularidad.
Si los antojos comienzan a sobrepasar el ámbito de lo que consideraríamos normal, quizá ha llegado el momento de que consultes a tu médico. Un trastorno relativamente común en embarazadas es el conocido como “pica”, una alteración que provoca deseo de ingerir sustancias que no son alimenticias ni nutritivas, como tiza, hielo, arcilla o tierra. Evidentemente, debes abstenerte de tomar estos antojos, que serían perjudiciales para ti y para tu bebé.