Si bien el Síndrome de muerte súbita materna se presenta de manera inesperada en la vida de muchas familias, ciertas precauciones, así como cambios de hábitos o creencias ayudan a prevenirlo.
El error que la mayoría de padres comete es hacer dormir a sus bebés boca abajo, lo recomendable es colocarlos boca arriba o de costado, en un colchón firme, retirando las prendas demasiado abrigadoras como pieles, frazadas o almohadillas y elementos acolchados que le produzcan calor.
En relación a las prendas sobre el cuerpecito del recién nacido evite cubrirle la cara con una sabana, si quiere cerciorarse que ello no ocurra tápelo hasta los hombros y coloque sus brazos sobre el cobertor.
Los beneficios de la lactancia también alcanzan a los bebés con dificultades respiratorias, porque a través de este acto los bebés son menos propensos a sufrir infecciones respiratorias o gastrointestinales.
Desde el embarazo la madre incrementa la posibilidad del síndrome. Fumar de manera habitual mientras se está gestando o convertir a su bebé en un fumador pasivo aumenta su ocurrencia aún más.