Tu bebé se hace mayor, por lo que sus necesidades nutritivas incrementan. La lactancia materna ya no es suficiente y comienza el periodo de la alimentación complementaria. ¿Cuáles son las mejores claves de la ablactación y el destete? Continúa leyendo para descubrirlas.

De la lactancia materna a la ablactación

Llega un momento en que los niños se desarrollan y necesitan alimentos mucho más completos para seguir con su correcto crecimiento. La alimentación complementaria o ablactación comienza a los 6 meses de vida y el proceso de destete para muchos bebés también.

Esta etapa no es nada sencilla, por ello, te damos unos tips para la ablactación y que la alimentación complementaria de tu bebé sea todo un éxito.

La lactancia materna nunca ha de ser abandonada de golpe, a no ser que por un casual te quedes sin leche, que entonces optaremos por la leche artificial. Es importante que sigas el propio ritmo de tu bebé, ésta es una de las claves del destete, y no te agobies por las presiones externas de otras personas.

Más tarde o más temprano, el fin de la lactancia materna siempre llega. Algunas madres deciden iniciar el destete de forma dirigida. Otras optan porque sea el pequeño quien decida y deje de mamar de forma natural.

En cualquiera de los casos, para evitar que tanto la madre como el hijo sufran con el destete, los especialistas señalan que una de las claves del destete es abandonar la lactancia materna de un modo gradual y, sobre todo, ofrecer mucho amor y cariño al niño durante el proceso.

Consejos para evitar problemas durante el destete

Lo más importante es que este proceso no sea dramático ni para ti como madre, ni para tu hijo. Existen varios tipos de destete para dejar de darle el pecho a tu hijo.

1. El destete natural.
2. El destete dirigido.
3. El destete nocturno.

El destete natural

El destete natural siempre ha de respetar las necesidades del bebé. Algunos niños simplemente un buen día deciden que no quieren mamar más. Otros, lo hacen más despacio, paulatinamente se van desinteresando por la lactancia materna, reduciendo la demanda hasta que ésta cesa por completo.

Lo ideal es ir dándoles sustitutos al niño para que deje de interesarse por el pecho.

Una de las claves de la ablactación y el destete es darle agua y nuevos alimentos poco a poco. Se trata de tener paciencia hasta que el niño, por sí mismo, decida que ya no desea seguir mamando.

El destete dirigido

Muchas mujeres no pueden seguir dándole el pecho a sus pequeños porque tienen que volver al trabajo o por un nuevo embarazo. En este caso, el destete dirigido es el más aconsejado. Hay dos consejos básicos para destetar a un niño:

1. Uno de los consejos para evitar problemas durante el destete es "no ofrecer, no negar". No le ofrezcas el pecho si no lo ha pedido, pero cuando lo pide, más vale dárselo sin discutir.
2. El otro es darle algo mejor a cambio.

Pasar menos tiempo con el niño suele hacer que el bebé pida menos el pecho. Al reincorporarte al trabajo y continuar con tu vida laboral ayudará a ello, es duro, pero se supera. Recuerda nunca niegues el pecho a tu hijo si lo pide. Es mejor hacerlo de forma gradual acortando las tomas o saltándose alguna a lo largo del día.

El destete nocturno

Con le destete nocturno seguimos la misma idea de antes "el destete respetuoso". Prueba a que se duerma en brazos del padre o de otra persona en lugar de dormirle tú. De esta manera, romperemos tomar el pecho como su pequeño ritual nocturno.

Otra manera de hacer el destete nocturno es probar a dormirlo con un chupete o con el biberón en la boca.

Si aplicamos el principio de destete respetuoso lo que debemos hacer es intentar en cada despertar dormirlo sin darle el pecho de entrada "no ofrecer", pero si ves que no funciona, no te pongas a pelear "no negar". Dáselo y todos a descansar. Todo en la vida lleva su tiempo y tu bebé, tarde o temprano, se adaptará a todas estas claves de la ablactación y el destete.