El herpes genital puede volverse peligroso tanto para él bebe como para la madre, pero, más para el niño quien puede sufrir complicaciones graves. Así que es importante que aprendas cómo prevenir el herpes durante el embarazo para ahorrarte problemas. A continuación, te contamos todo lo que te interesa saber al respecto.
El herpes tiene una única vía de contagio que es el contacto piel con piel entre la persona infectada y quien no lo está. Al ubicarse las lesiones en la zona genital resulta obvio entender que es justo esta zona con la que debe evitarse el contacto.
Algunos estudios describen que existe la posibilidad de contagio de herpes aun cuando el enfermo no tiene las vesículas activas. Así que si conoces que tu pareja tiene esta enfermedad y estás embarazada, lo mejor es continuar con las medidas profilácticas aun cuando él no tenga las lesiones de la piel.
Las medidas profilácticas son:
No te descuides en las medidas de prevención. Discute con tu pareja la importancia de seguir estos consejos de forma estricta para evitar malformaciones y secuelas neurológicas en el bebé.
La mayor complicación del herpes durante el embarazo es transmitirlo al bebé. El herpes neonatal usualmente se disemina a otros órganos diferentes de la piel. Esto eleva en gran medida las tasas de mortalidad y provoca secuelas neurológicas en el niño infectado.
Así que si no has podido prevenir la infección y deseas evitar consecuencias del herpes en el bebé, debes hacer lo posible por evitar que el niño se contagie. Para ello tu médico recomendará:
El herpes genital es una patología crónica que es imposible erradicar. El virus, después de provocar las vesículas en la piel, migra hacia las células del tejido subcutáneo y allí se mantiene latente. Quizás nunca vuelva a aparecer, pero, también puede migrar nuevamente a la dermis y la epidermis con frecuencia y hacer nuevos brotes de vesículas.
Con la primo-infección del virus del herpes en más probable el contagio al bebé, ya sea por vía placentaria o a través del canal del parto. Cuando se trata de una recaída de una infección crónica el porcentaje de transmisión baja hasta un 3%.
No hay forma de prevenir las recaídas por este virus. Se desconoce cuáles son los mecanismos mediante el cual ocurre la migración de las células hipodérmicas hacia la dermis para crear los síntomas. Se presume que la inmunosupresión puede tener papel importante.
Algunos pacientes, a pesar de estar contagiados de herpes, son asintomáticos. Por eso, lo mejor es que en el inicio del embarazo, o mejor en el periodo preconcepcional, tú y tu pareja os realicéis estudios serológicos para descartar o confirmar el contacto con esta enfermedad.
El conocimiento puede ser la mejor arma de prevención para curar el herpes durante el embarazo con el tratamiento adecuado.
El herpes genital puede volverse peligroso tanto para él bebe como para la madre, pero, más para el niño quien puede sufrir complicaciones graves. Así que es importante que aprendas cómo prevenir el herpes durante el embarazo para ahorrarte problemas. A continuación, te contamos todo lo que te interesa saber al respecto.
El herpes tiene una única vía de contagio que es el contacto piel con piel entre la persona infectada y quien no lo está. Al ubicarse las lesiones en la zona genital resulta obvio entender que es justo esta zona con la que debe evitarse el contacto.
Algunos estudios describen que existe la posibilidad de contagio de herpes aun cuando el enfermo no tiene las vesículas activas. Así que si conoces que tu pareja tiene esta enfermedad y estás embarazada, lo mejor es continuar con las medidas profilácticas aun cuando él no tenga las lesiones de la piel.
Las medidas profilácticas son:
No te descuides en las medidas de prevención. Discute con tu pareja la importancia de seguir estos consejos de forma estricta para evitar malformaciones y secuelas neurológicas en el bebé.
La mayor complicación del herpes durante el embarazo es transmitirlo al bebé. El herpes neonatal usualmente se disemina a otros órganos diferentes de la piel. Esto eleva en gran medida las tasas de mortalidad y provoca secuelas neurológicas en el niño infectado.
Así que si no has podido prevenir la infección y deseas evitar consecuencias del herpes en el bebé, debes hacer lo posible por evitar que el niño se contagie. Para ello tu médico recomendará:
El herpes genital es una patología crónica que es imposible erradicar. El virus, después de provocar las vesículas en la piel, migra hacia las células del tejido subcutáneo y allí se mantiene latente. Quizás nunca vuelva a aparecer, pero, también puede migrar nuevamente a la dermis y la epidermis con frecuencia y hacer nuevos brotes de vesículas.
Con la primo-infección del virus del herpes en más probable el contagio al bebé, ya sea por vía placentaria o a través del canal del parto. Cuando se trata de una recaída de una infección crónica el porcentaje de transmisión baja hasta un 3%.
No hay forma de prevenir las recaídas por este virus. Se desconoce cuáles son los mecanismos mediante el cual ocurre la migración de las células hipodérmicas hacia la dermis para crear los síntomas. Se presume que la inmunosupresión puede tener papel importante.
Algunos pacientes, a pesar de estar contagiados de herpes, son asintomáticos. Por eso, lo mejor es que en el inicio del embarazo, o mejor en el periodo preconcepcional, tú y tu pareja os realicéis estudios serológicos para descartar o confirmar el contacto con esta enfermedad.
El conocimiento puede ser la mejor arma de prevención para curar el herpes durante el embarazo con el tratamiento adecuado.
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