La leucorrea o aparición del flujo vaginal en el embarazo es algo muy habitual. Los cambios a los que se somete tu cuerpo están condicionados por alteraciones hormonales. Tu flujo vaginal irá cambiando, pero ¿cómo distinguir entre el flujo vaginal y el líquido amniótico?
¿Cuáles son las diferencias entre las secreciones vaginales y el líquido amniótico?
Esta es una de las preocupaciones más comunes entre las mujeres embarazadas. Distinguir si se ha roto la bolsa amniótica de otro tipo de pérdidas como las de orina o flujo. La aparición de líquido amniótico sí que es preocupante, ya que nos estaría indicando que la estructura que protege al feto está en peligro.
La diferencia entre líquido amniótico y flujo, está principalmente en su aspecto y olor. El líquido amniótico es mucho más acuoso y transparente que el flujo que es más espeso y blanquecino. Además, a diferencia de la orina, el líquido amniótico no tiene olor.
Trucos para detectar pérdidas de líquido amniótico
Lo primero de todo es orinar para descartar pérdidas relacionadas con la orina. El segundo paso es colocar un paño de color oscuro a modo de compresa. Date un pequeño paseo y compruébalo a tu regreso. Si hay restos es que es flujo vaginal, si está húmedo y huele a orina es que es pis y si, por el contrario sale húmedo, pero no deja olor es líquido amniótico.
En cualquier caso y ante la duda en el embarazo deberás acudir al especialista si tienes la sospecha de estar perdiendo líquido amniótico. Este es el medio en el que vive el bebé dentro del vientre materno, por lo que cualquier alteración podría poner en riesgo tu embarazo.
No olvides que al final de tu embarazo se debe producir la rotura de aguas. Un proceso totalmente normal en la que la bolsa amniótica se rompe para dar lugar al parto.
