Las revisiones ginecológicas son imprescindibles tanto antes como durante el embarazo y tras el parto. El coste de estas consultas varía mucho según la política sanitaria de cada país, así como de tu propia elección en cuanto a escoger un médico o ginecólogo privado o acudir por medio de la seguridad social. ¿Cuánto cuesta una consulta con el ginecólogo aproximadamente?
El precio de la consulta de un ginecólogo en el embarazo
En la mayoría de los países la sanidad pública cubre todos los costes de un ginecólogo. Las consultas son gratuitas y solo tendrás que abonar los medicamentos que te sean recetados. No obstante, existen algunas pruebas especiales que se tendrán que pagar a parte o por ejemplo, la conservación del cordón umbilical del bebé.
¿Qué es mejor un ginecólogo público o privado? Esto siempre dependerá de tus gustos y necesidades. Hay mujeres que se sienten cómodas con los servicios de la seguridad social y otras que prefieren el seguimiento en el embarazo de un médico privado. Muchos de los ginecólogos que trabajan en la sanidad pública tienen también su consulta privada.
Cuánto cuesta un ginecólogo privado en el embarazo
Si dispones de un seguro privado el coste de las 12 cuotas mensuales suele oscilar entre los 40 y 50 euros. Si careces de esta clase de seguros la visita a un ginecólogo privado suele rondar los 80 euros al mes más un recargo que se te cobrará por las pruebas a realizar.
Lo cierto es que cada vez más mujeres embarazadas optan por acudir a un ginecólogo privado debido a:
- Eligen personalmente al médico que las va a atender y este será siempre el mismo profesional a lo largo de todo el embarazo.
- No hay listas de espera.
- Pueden escoger el mejor horario para las consultas.
- El seguimiento del embarazo se hace mes a mes y no de manera trimestral.