Una vez comienza el tercer trimestre del embarazo, los papás y el resto de la familia cuentan los días para ver la carita del recién nacido. Es la última etapa de los nueve meses de gestación y la mamá debe guardar reposo y ultimar preparativos. Además, te realizarán la ecografía del tercer trimestre entre la semana 32 y 36 para valorar el tamaño del bebé y el estado de la placenta, entre otras cosas. Se trata de una prueba rutinaria y que forma parte de las tres ecografías recomendadas durante el embarazo, después de la de la semana 12 y la de la semana 20.
¿Qué información proporciona la ecografía de la semana 32?
La ecografía del tercer trimestre tiene como objetivo valorar el desarrollo adecuado del bebé de acuerdo a su edad gestacional, más que el diagnóstico de anomalías fetales, algo que generalmente se descubre con anterioridad a la semana 30. En los últimos meses de gestación, el bebé tiene menos espacio para moverse dentro del vientre materno, sus huesos tienen más calcio y hay menos cantidad de líquido amniótico. Entre otras cosas, el ginecólogo realizará la ecografía pertinente a partir de la semana 32 para:
- Observar la posición fetal para saber cómo está colocado el feto.
- Valorar en qué lugar se encuentra la placenta y confirmar/descartar un caso de placenta previa.
- Estudiar la ubicación y el estado del cordón umbilical.
- Medir la cantidad de líquido amniótico dentro de la placenta.
- Valorar el estado biofísico del bebé: tamaño, peso, frecuencia cardíaca, movimientos respiratorios y corporales, etc.
- Descartar patología evolutiva y/o de posible aparición tardía.
Vídeo
- Protocolo: Screening ecográfico fetal. Servicio de Medicina Maternofetal. Instituto Clínico de Ginecología, Obstetricia y Neonatologia, Hospital Clínico de Barcelona. Servicio de Obstetricia y Ginecología, Hospital Sant Joan de Déu. (2008). Consultado en línea: https://medicinafetalbarcelona.org/protocolos/es/patologia-fetal/SCREENINGECOGRAFICO.pdf