El cuerpo humano es muy inteligente. Sabe perfectamente cómo cuidarnos y avisarnos de que algo no va bien. Si hablamos de la lactancia materna y leche materna podemos llegar a afirmar algo parecido. ¿La leche materna es inteligente? ¿se adapta la leche materna a las necesidades del bebé?
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La leche materna se adapta al recién nacido
Si estás a punto de terminar el embarazo y de dar a luz te conviene conocer esta información, sigue leyendo.
¿Crees que la leche materna es inteligente? Podríamos decir que sí. De hecho, tanto su producción como composición son capaces de adaptarse a las exigencias particulares de cada bebé, ya sea un bebé prematuro, un nene o una nena... Y es que la leche materna no es solamente un alimento para los recién nacidos también es una medicina para ellos, su composición es diferente por el día y por la noche. Tal es así, que es vital en el desarrollo de los bebés prematuros. Y es que su composición se adapta a cada etapa de vida del recién nacido.
Por otro lado, la leche materna adapta su composición a las necesidades del recién nacido. La leche materna que se da a los niños prematuros es diferente que la que pueden tomar los bebés nacidos a término.
La composición de la leche que segrega una madre que ha dado a luz antes de tiempo es diferente de la que se segrega para otro bebé. Tiene un mayor contenido en proteína, calcio y otros minerales. Podría decirse que no hay otro alimento tan inteligente en toda la naturaleza. No es de extrañar entonces que este tipo de alimentación del bebé o la lactancia materna sea defendida por la gran mayoría de mujeres
Los beneficios de la lactancia materna son muchos y es que es un tipo de leche que se adapta a la edad del recién nacido, de bebé de dos meses o de seis meses.
Las mujeres producirán más o menos leche materna según la propia demanda del bebé. Si un bebé comienza a espaciar sus tomas y a reducirlas, esto se traducirá en una disminución de la producción de leche materna. No hay mejor ejemplo para demostrar esto que los sacaleches. Muchas mujeres empiezan a estimular sus pechos mediante el uso de sacaleches. La simulación de succión del bebé estimula la producción de leche materna. .
