El ejercicio debidamente controlado proporciona grandes beneficios a las embarzadas diabéticas. Es junto a los medicamentos y una dieta equilibrada el medio adecuado para tratar esta enfermedad con éxito.

Cuando te ejercitas, el movimiento continuo de los músculos produce un descenso en los niveles de la glucosa (azúcar) en la sangre, lo cual es muy beneficioso para la gestante pues como consecuencia de ello las dosis de insulina podrían reducirse de acuerdo a la constancia en la actividad elegida.

Otras de las ventajas que el deporte ofrece está relacionada con el sobrepeso: mantiene a la gestante en forma, con una mejor postura y flexibilidad, asimismo las enfermedades cardiovasculares pierden incidencia gracias a esta práctica.

Aunque la actividad física esté recomendada para diabéticas en condiciones normales, necesitas considerar ciertas pautas antes de iniciar tu rutina de ejercicios. El tratamiento con insulina  nunca debe ser reemplazado por los ejercicios, además cuando la dosis administrada está en su fase más elevada sería mejor postergar los ejercicios.

Mujeres embarazadas con  lesiones en los riñones o en el sistema nervioso, tensión arterial alta o problemas cardiovasculares necesitan consultar con su médico sobre las probabilidades que tienen para iniciar una rutina de ejercicios.