La hemorragia intraventricular del recién nacido es un problema muy común en bebés prematuros que tras el embarazo y que en muchos casos por suerte tiende a quedarse en breves molestias y un pequeño susto. Si crees que tu bebé puede padecerlo sigue leyendo, aprenderás todo lo necesario de esta patología para llevarla lo mejor posible.
La hemorragia intraventricular del recién nacido aparece en bebés nacidos antes las 37 semanas, normalmente con otros problemas comunes de los bebés prematuros y muy rara vez en niños a término.
Algunas complicaciones del bebé prematuro que acompañan a la hemorragia intraventricular son:
La hemorragia intraventricular es un sangrado dentro de los ventrículos cerebrales que son cuatro cavidades anatómicas que se encuentran conectadas entre sí y en cuyo interior circula el líquido cefaloraquídeo.
La causas de la hemorragia intraventricular en el recién nacido se debe a que los vasos sanguíneos del bebé se desarrollan por completo a las 10 semanas de gestación, por lo que a más prematuro y pequeño sea el bebé, más posibilidades tenemos de estos pequeños derrames.
Según la cantidad de sangrado podemos distinguir 4 grados de la hemorragia intraventricular, conocerlos te ayudará a saber qué hacer en cada caso tras el parto prematuro, continúa leyendo.
Aunque son 4 grados solemos dividirlos en 2 grupos.
Para evitar que los complicaciones frecuentes en el bebé prematuro y en concreto, la hemorragia intraventricular, vaya a más y tratar a los bebés desde el primer síntoma es habitual someter a los niños nacidos con menos de 30 semanas a ecografías de cabeza y a controles seriados de hematocrito que si fueran bajos nos alertarían de una posible hemorragia.
Por otro lado cuando el pequeño presenta algunos de los síntomas mencionados más arriba, o problemillas con el paso de los días, tales como: fiebre, movimientos involuntarios, disminución de reflejos y tono muscular, sueño excesivo o letargo es aconsejable acudir a un médico especializado en neonatología.
Si se da el caso el especialista intentará mantener al bebé lo más estable posible y en la mayoría de situaciones los inconvenientes no irán más allá. Solo en casos excesivos donde el pequeño tenga un sangrado intenso se realizará cirugia para drenar la hemorragia intraventricular y se informará a los padres de las secuelas que pudieran quedar, en caso de haberlas.
Por último, nos gustaría darte algunas recomendaciones ya que si tu bebé aún no ha nacido y crees que puede ser prematuro, dado que existen algunas medidas de prevención que te ayudarán a disminuir las posibilidades de hemorragia intraventricular en tu recién nacido:
Como ves, una vez que conocemos mejor la hemorragia intraventricular del recién nacido es muy fácil controlarla, si tu bebé es prematuro, o puede nacer antes de tiempo ¡Puedes estar tranquila! Todo es cuestión de prestarle el mimo y la atención médica necesaria para evitar contratiempos.
La hemorragia intraventricular del recién nacido es un problema muy común en bebés prematuros que tras el embarazo y que en muchos casos por suerte tiende a quedarse en breves molestias y un pequeño susto. Si crees que tu bebé puede padecerlo sigue leyendo, aprenderás todo lo necesario de esta patología para llevarla lo mejor posible.
La hemorragia intraventricular del recién nacido aparece en bebés nacidos antes las 37 semanas, normalmente con otros problemas comunes de los bebés prematuros y muy rara vez en niños a término.
Algunas complicaciones del bebé prematuro que acompañan a la hemorragia intraventricular son:
La hemorragia intraventricular es un sangrado dentro de los ventrículos cerebrales que son cuatro cavidades anatómicas que se encuentran conectadas entre sí y en cuyo interior circula el líquido cefaloraquídeo.
La causas de la hemorragia intraventricular en el recién nacido se debe a que los vasos sanguíneos del bebé se desarrollan por completo a las 10 semanas de gestación, por lo que a más prematuro y pequeño sea el bebé, más posibilidades tenemos de estos pequeños derrames.
Según la cantidad de sangrado podemos distinguir 4 grados de la hemorragia intraventricular, conocerlos te ayudará a saber qué hacer en cada caso tras el parto prematuro, continúa leyendo.
Aunque son 4 grados solemos dividirlos en 2 grupos.
Para evitar que los complicaciones frecuentes en el bebé prematuro y en concreto, la hemorragia intraventricular, vaya a más y tratar a los bebés desde el primer síntoma es habitual someter a los niños nacidos con menos de 30 semanas a ecografías de cabeza y a controles seriados de hematocrito que si fueran bajos nos alertarían de una posible hemorragia.
Por otro lado cuando el pequeño presenta algunos de los síntomas mencionados más arriba, o problemillas con el paso de los días, tales como: fiebre, movimientos involuntarios, disminución de reflejos y tono muscular, sueño excesivo o letargo es aconsejable acudir a un médico especializado en neonatología.
Si se da el caso el especialista intentará mantener al bebé lo más estable posible y en la mayoría de situaciones los inconvenientes no irán más allá. Solo en casos excesivos donde el pequeño tenga un sangrado intenso se realizará cirugia para drenar la hemorragia intraventricular y se informará a los padres de las secuelas que pudieran quedar, en caso de haberlas.
Por último, nos gustaría darte algunas recomendaciones ya que si tu bebé aún no ha nacido y crees que puede ser prematuro, dado que existen algunas medidas de prevención que te ayudarán a disminuir las posibilidades de hemorragia intraventricular en tu recién nacido:
Como ves, una vez que conocemos mejor la hemorragia intraventricular del recién nacido es muy fácil controlarla, si tu bebé es prematuro, o puede nacer antes de tiempo ¡Puedes estar tranquila! Todo es cuestión de prestarle el mimo y la atención médica necesaria para evitar contratiempos.
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